Guillermo Billinghurst

Participó como candidato presidencial en 1912, obteniendo una rápida y arrolladora popularidad, a tal punto que cuestionó las mismas elecciones, exigiendo al Congreso de la República a que las anulara, aduciendo una serie de vicios.Enterado Billinghurst de este complot, reprimió a la oposición e intentó formar milicias populares armadas, lo que provocó el levantamiento militar del coronel Óscar R. Benavides, en defensa del Congreso.Sus primeros estudios los realizó en su ciudad natal, pasando luego Valparaíso, donde estudió en el colegio inglés de Goldfinch y Blühm.Cada uno de los tres hermanos Billinghurst, Guillermo, Roberto y Celia recibió unas veinte mil libras esterlinas.Los triunfadores (los demócratas, aliados con los civilistas) fueron después considerados arquitectos de una inesperada estabilidad política y económica surgida en el país desde 1895, tras una sangrienta guerra civil, pero a la vez pusieron en marcha cambios sociales profundos.Leguía pertenecía al Partido Civil, pero por su carácter personalista y autoritario se había alejado de dicho partido y conformado su propio grupo de partidarios, llamados civilistas gubernamentales, que dominaban las dos cámaras del Congreso, así como controlaban los órganos electorales.Terminaba ya el proceso eleccionario con la sola candidatura de Aspíllaga y todo apuntaba a que sería electo presidente, cuando bruscamente saltó a la palestra política Billinghurst, prestigiado por su política populista en el municipio de Lima.Billinghurst combatió la candidatura de Aspíllaga y se vio apoyado por un movimiento popular surgido espontáneamente en el país.En él se exhibieron unos carteles con un pan enorme con la promesa de que sería vendido a cinco centavos si Billinghurst llegaba al poder, contrastando con un pequeño pan cuyo precio sería de veinte centavos si subía Aspíllaga; ofrecimiento demagógico que fue el origen del apodo de Pan Grande dado a Billinghurst.[10]​ Amparado por su arrolladora popularidad, Billinghurst solicitó la nulidad del proceso eleccionario, arguyendo entre otras razones que no se habían inscrito en el registro muchos ciudadanos.Los civilistas eran incapaces de manejar las fuerzas sociales emergentes y acordaron complacer el pedido popular.A cambio, los civilistas obtuvieron que Roberto Leguía, hermano del presidente, fuera el primer vicepresidente.Regresaría en 1919, para lanzar nuevamente su candidatura a la presidencia, que daría origen al llamado Oncenio.Este abominable suceso mereció la condena nacional porque la matanza fue premeditada y apoyada por los grandes hacendados.[22]​ En la cuestión de Tacna y Arica, propició unas negociaciones cablegráficas con Chile (negociaciones Hunneus-Varela, 1912), cuyo objeto era aplazar la realización del plebiscito hasta el año 1931, política que los opositores del régimen calificaron de chilenizante, pues aparentemente sintonizaba con la prórroga permanente que el gobierno chileno daba a dicho asunto.En las paredes de las calles partidarios enfervorizados del viejo caudillo escribieron: «Piérola ha muerto.Según palabras de Basadre, Piérola dejaba una leyenda, pero no un partido organizado.El primer enfrentamiento grave ocurrió en octubre de 1913 cuando Billinghurst se negó a convocar a Legislatura Extraordinaria para que el Congreso pueda aprobar la Ley de Presupuesto, como le correspondía.Billinghurst aprobó dicha ley por decreto, usurpando así una atribución constitucional del Congreso.[28]​ Como el Congreso seguía mostrándose adverso, Billinghurst decidió disolverlo y luego hacer una consulta plebiscitaria para reformar la Constitución.También buscaba una reforma del proceso electoral, incorporando en ella a la Corte Suprema, que era en ese entonces una institución de mucho prestigio.[31]​ Para asegurar la eficacia de la medida que iban a tomar, los conspiradores iniciaron contactos con los jefes militares, llegando a un entendimiento con el Jefe del Estado Mayor del Ejército, coronel Óscar R. Benavides.Los parlamentarios conspiradores discutieron furtivamente cuándo sería el momento oportuno para declarar la vacancia presidencial: si antes o después de que Billinghurst decretase la disolución del Congreso.[28]​ Varios políticos y diputados opositores fueron apresados, se clausuró el diario La Prensa, fue destituido el coronel Benavides de su cargo de jefe del estado mayor, y se dispuso armar a las milicias populares para que defendieran al gobierno.El Palacio de Gobierno fue atacado, siendo reducida la guardia presidencial tras un enfrentamiento sangriento.[33]​ Derrocado Billinghurst, se formó una Junta de Gobierno presidida por Benavides, con la anuencia del Congreso.[35]​ Sus restos se hallan actualmente en un mausoleo familiar en el Cementerio Presbítero Maestro.[36]​ Billinghurst demostró poseer una cultura sólida y variada, pese a no haber cursado educación superior.
Retrato de Guillermo Billinghurst
Guillermo Billinghurst, alcalde de Lima
Manifestación popular en favor de Billinghurst, en la Alameda de los Descalzos, Lima. Los cartelones aluden a la promesa demagógica de rebajar el costo de los alimentos (más cantidad de alimentos a menor precio), lo que le valió a Billinghurst el apelativo de "Pan Grande".
Guillermo Billingurst, presidente de la República del Perú (1912-1914)
Caricatura de la Revista Variedades , n.º 282, que representa a Rafael Villanueva Cortez , presidente del Senado, junto al presidente Billinghurst. Este, que entonces sufría la oposición enconada del Congreso, amenaza a Villanueva y le dice que el cartucho de dinamita que le habían colocado en su casa era solo un cohetecillo chino, comparado con este petardito que tengo a prevención que sigan ustedes esterilizando la labor de mi gobierno . Aludía a la disolución del Congreso y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Billinghurst durante el velorio del expresidente Nicolás de Piérola , el 24 de junio de 1913.
El coronel Óscar R. Benavides dio un golpe de Estado en defensa del Congreso, derribando al presidente Billinghurst.