Eduardo López de Romaña

Con él se inició la etapa llamada la República Aristocrática, que duraría hasta 1919.

Retornó al Perú y radicó en Arequipa, donde puso sus servicios en beneficio de la comunidad.

Dotó del servicio de agua potable a su ciudad natal.

Culminó su mandato sin mayor problema, tras lo cual se retiró a la vida privada.

Se trataba de un gran proyecto ideado por el coronel estadounidense Church, que debía unir los puntos navegables del Madeira, separados por rápidos y cataratas.

López de Romaña salvó afortunadamente la vida, aunque no pudo completar la labor que se le había encomendado.

[1]​ Se dedicó a las obras del alumbrado por gas de Arequipa, como ingeniero y gerente.

Se retiró de la misma cuando las dificultades técnicas y financieras llevaron el proyecto al fracaso.

Finalmente Arequipa fue tomada por el enemigo y la familia Romaña se refugió en Tacna, donde falleció la esposa de Eduardo.

[1]​ En 1899, finalizando el gobierno constitucional de Piérola, se convocaron a elecciones presidenciales.

Pero Alejandro rechazó la oferta y recomendó que el designado fuera su hermano Eduardo López de Romaña.

[3]​ Los demócratas se dividieron entonces en dos bandos que propusieron sus respectivos candidatos:[4]​ En las elecciones se aplicó por primera vez en la historia peruana el voto directo, saliendo triunfador López de Romaña.

Partidas errantes de montoneros, entre los que se contaba el huanuqueño Augusto Durand, crearon perturbaciones en provincias.

[2]​ En este campo, el gobierno trató de solucionar los problemas limítrofes con los países vecinos.

En segundas nupcias se casó con su cuñada Julia de Castresana y García de la Arena (1888), la cual le dio otros seis hijos: Juan, Luis, Catalina, Julia, Fernando y Francisco.

Fotografía de Eduardo López de Romaña.
Eduardo López de Romaña por Daniel Hernández Morillo .
Anverso de una libra peruana de oro.
En la imagen, Eduardo López de Romaña en una revista militar, 1902.