Daniel Hernández Morillo

Durante su estadía visita en París a su compatriota Ignacio Merino, el cual le aconseja trasladarse a Roma; así permanece diez años en Italia aprendiendo del pintor español Mariano Fortuny.[3]​ Por su cuadro La Perezosa, fue premiado con la Segunda Medalla en el Salón de París, 1899.En 1912 viaja a Montevideo, Buenos Aires y Roma, para exponer sus trabajos.[4]​ Si bien estas propuestas eran planteadas con espíritu grandilocuente y efectista de lograda factura, -el poeta y dramaturgo Juan Ríos, en su estudio sobre arte peruano reconoce que: "le dio amplitud al tema, pero careció de emotividad"-, no presentaban un estilo propio de arte peruano, sino que reproducían esquemas aprendidos en el exterior, a ello no obstante, contribuyó a crear un mercado local europeizado que en cierta medida evitaba la mirada a lo foráneo, punto planteado por el periodista y poeta Mirko Lauer.Daniel Hernández es considerado como un academicista que se interesó en retratar a la burguesía dominante de la época, como se puede apreciar en las pinturas realizadas para el gobierno de Augusto B. Leguía: “El saludo al presidente Leguía”.
Monumento del busto de Hernández en el Parque Ecológico Infantil Chalampampas de Pampas .