Juan Ríos

Al estallar la Guerra civil española se enroló en las Brigadas Internacionales y en las Milicias Republicanas con las cuales combatió en la Sierra de Guadarrama.

Hacia el final de la guerra, exiliado del Perú, fue corresponsal en Madrid, Barcelona y Valencia.

En 1946, luego de casarse y becado por el Gobierno francés, se trasladó a París donde vivió algunos años.

Su poesía, de gran intensidad lírica, alude particularmente a la condición humana, con un estilo formal depurado.

En su dramaturgia destaca el influjo del teatro poético simbolista, en boga en ese tiempo, e intenta adaptar en varias de sus obras historias clásicas y mitos a reflexiones sobre el hombre en el mundo contemporáneo.

Frase de Juan Ríos en el Parque del Amor de Lima