En 1860, con sólo 16 años, vendió en la Exposición Sevillana su obra Pequeña filosofía por 2000 reales.
Sus primeras obras en la Ciudad Eterna tienen un tinte costumbrista, que resulta además un tema muy demandado por el público.
También le fueron demandados temas orientalistas, que Villegas pudo realizar con gran maestría gracias a los bocetos que había atesorado en Marruecos, así como ciertas obras de "pintura de género".
Explotó en estas épocas los cuadros de temática costumbrista y también orientalista.
Bien entrados en la década de los 80, una editorial holandesa le propuso ilustrar junto a Francisco Pradilla y otros afamados pintores de toda Europa una Magna Biblia.
A esta época pertenece su renombrado cuadro La muerte del torero, vendido por 100.000 pesetas.
Entre sus obras pueden citarse: La muerte del maestro (1882), Baile por bulerías (1884), Fumador marroquí, El viejo y el año nuevo (1915).