Tratado García-Herrera

En octubre de 1888 el gobierno del Ecuador le propuso a su homólogo del Perú formar una comisión demarcadora con el fin de dirimir sus conflictos con respecto a la frontera común.El gobierno del Perú consideraba esta comisión como un trabajo preparatorio para estudiar y documentar el terreno sobre el cual luego el gobierno español proclamaría su arbitraje, en tanto el del Ecuador aprovechó la oportunidad para proponer negociaciones directas y prescindir de la mediación española.El gobierno de Andrés Avelino Cáceres se justificó diciendo que el tratado era un arreglo transaccional, puesto que era urgente resolver el litigio de la frontera norte dado que estaba pronto a ocurrir el plebiscito de Tacna y Arica (provincias peruanas sureñas ocupadas por Chile) y era de suma importancia que la cancillería peruana volcara todos sus esfuerzos diplomáticos en dicho asunto.El Ecuador entonces no aceptó ninguna revisión del Tratado, mientras que el Perú se mantuvo inflexible en su posición.Tras esto el tratado fue declarado insubsistente (sin fundamento) por Ecuador, prefiriendo continuar con las negociaciones directas.