Sin embargo, la fama y el significado moderno de Federico Barbarroja está unido al nacionalismo alemán del siglo XIX.
Sin embargo, no es seguro que este primer hijo fuera en efecto Barbarroja, debido a la elevada mortalidad infantil de la época.
Barbarroja continuó la política de su padre, concentrándose en los asuntos internos del ducado, mientras que su tío Conrado III se dedicaba a mantener y aumentar su poder como rey.
Además consiguió algunos derechos especiales (véase más abajo en Desarrollo y cambios estructurales en el reino).
Además, con toda probabilidad, los príncipes electores vieron en Barbarroja un candidato que, a través del parentesco con Güelfos y Hohenstaufen, conseguiría apaciguar ambas casas en conflicto.
Esta fecha tan tardía se explica habitualmente porque Barbarroja quería solucionar la querella entre los Babenberg y los Güelfos.
Tampoco hubo ataque contra los normandos de Sicilia, a pesar de que enviados bizantinos, que habían contactado Federico I en Ancona para tratar sobre el matrimonio y una alianza, también habían exigido un ataque a Sicilia.
Los normandos peleaban con éxito contra los bizantinos y les arrebataron Brindisi, que había sido tomada por Bizancio poco antes.
Por ejemplo, convirtió el fodrum, que la nobleza italiana debía entregar al emperador tras su coronación, en un impuesto regular.
Junto con los pagos de las ciudades italianas, este movimiento dio un fuerte empujón a la naciente economía monetaria.
Se desataron las hostilidades y comenzaron a publicarse escritos contra Adriano IV, postulando Federico I que el Papado debía subordinarse al Imperio.
Federico no consiguió imponer en el concilio a Víctor IV, lo que se considera la mayor derrota política de Barbarroja.
Esta acción produjo una resistencia muy importante, sobre todo en la Italia septentrional, en la Confederación de Verona, pero también cada vez más en Alemania.
El más importante fue Rodolfo de Zähringen, que ya había firmado una alianza con Luis VII en 1162.
La principal razón era que a su hermano Berthold IV de Zähringen se le habían quitado numerosos derechos en Borgoña y a él mismo se le había negado el nombramiento del arzobispo de Maguncia.
Las luchas por la sucesión entre las diferentes facciones normandas paralizaron el reino, por lo que Alejandro III no podía contar con su ayuda.
Mientras Barbarroja se prepara para un acuerdo con Alejandro: en la Pascua de 1169, su segundo hijo, Enrique, fue nombrado sucesor a la corona del Imperio.
Empero, esta vez el número de las tropas no fue suficiente para obtener victorias militares efectivas.
En 1175 hubo negociaciones en Montebello, que culminaron con un tratado de paz entre el emperador y la Liga Lombarda.
Sobre todo Enrique el León, como príncipe y señor de la cercana Baviera, se negó a enviar tropas.
Había puesto como condición en Chiavenna que se le entregara Goslar con las ricas minas de plata.
Sin embargo, el papa solo quería un acuerdo entre todas las partes afectadas, que, además de la Liga Lombarda, incluía a las restantes ciudades italianas, Sicilia y Bizancio.
[8] La paz tuvo como consecuencia política la confirmación de la separación entre el territorio italiano y alemán del Imperio.
Barbarroja había exigido anteriormente varias veces al papa Lucio III la coronación como emperador de Enrique estando él todavía vivo.
En 1178 Barbarroja le compró a Güelfo VI sus territorios al norte de los Alpes y se los entregó seguidamente como feudos.
En esta oportunidad Federico fue recibido por el rey Bela III de Hungría (1148-1196), quien mantenía una relación neutral con sus vecinos Occidentales.
[16] Su hijo Federico VI de Suabia continuó con un pequeño ejército para enterrar a Barbarroja en Jerusalén.
Sin embargo, con esta formulación retoma un texto de Justiniano I, que ya había empleado Conrado III.
También se puede entender como respuesta a las crecientes tensiones con el papado la creación del término sacrum imperium en la cancillería de los Hohenstaufen en 1157.
En las creencias populares medievales, Barbarroja sigue viviendo hasta que el Reino lo necesite de nuevo.