Iure uxoris es una locución latina que significa ‘por el derecho de su mujer’.
En la Edad Media, este acuerdo nupcial era acostumbrado incluso para las reinas y las princesas gobernantes.
Así, el esposo de la monarca se convertía a su vez en rey con facultades plenas.
En algunos casos, si el rey y la reina no procreaban durante el matrimonio, el rey abandonaba el reino y renunciaba al título tras la muerte de la cónyuge.
En siglos posteriores al Medievo, para proteger la línea dinástica, la mujer continuaba en el poder, pero el esposo recibía el título con ciertas facultades.