Críticas a «El código Da Vinci»

El código Da Vinci es una novela escrita por Dan Brown, que se caracterizó por generar una gran polémica cuando fue publicada en 2003.

[2]​ A esto se añaden otras críticas de carácter no religioso que se centran en las descripciones inexactas que aparecen en el libro sobre el arte europeo, la historia y la arquitectura.

Esto ha provocado que sean los europeos quienes más han atacado la obra de Brown, como ya ocurrió con sus libros anteriores (ver La fortaleza digital).

Aunque el libro se identifica como un thriller —una obra de ficción—, Brown prologa su novela con una página que titula «Los hechos» y también ha publicado una página en su web titulada Los extraños hechos verdaderos de El código Da Vinci (Bizarre True Facts from The Da Vinci Code) donde repite sus ideas del Priorato de Sion, entre otras.

De este modo, gran parte de la controversia tiene su causa en ese interés del autor por defender la ficción como realidad; y también por introducir incorrecciones históricas que enfadan a los expertos aunque no le importe su ambigüedad a los menos instruidos.

En el Concilio, la pregunta central fue si Cristo y Dios eran uno, o si en su lugar Cristo fue el primer creado, inferior al Padre, pero todavía superior a todos los otros seres (ver arrianismo).

Se puede discutir que el papel de María Magdalena se subestimó generalmente en la historia, y éste argumento tiene cierto apoyo bíblico y referencias en los textos apócrifos conocidos como el Evangelio de Felipe y el Evangelio de María Magdalena para describir a un Jesús que quiere más a María que a sus discípulos, a la que consideraría como una igual; sin embargo en el Evangelio apócrifo de Felipe, se describe cómo Jesús la besa en varias ocasiones, aunque no indicaría explícitamente una relación romántica, por lo cual solo da pie a vagas interpretaciones y no afirmaciones.

Sin embargo los partidario indican como fuente fiable a los autores que más han apoyado la teoría de la descendencia como Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, en el libro Holy Blood, Holy Grail; y Margaret Starbird, en el libro La diosa en los evangelios; quienes afirman que María Magdalena escapó al sur de Francia con Sara, una hija nacida de la relación con Jesús, y ahí dio lugar a un linaje que dio lugar a la Dinastía Merovingia.

[11]​[4]​ Sin embargo la crítica igualmente se basa en que en ningún texto bíblico, incluidos los apócrifos, existe referencia a esta supuesta descendencia, y la leyenda en la cual se basa la tradición francesa, data del siglo XII; y antes de esta fecha no existe ninguna referencia a favor de esta hipótesis, indicando que lo más probable y factible es que sea una invención.

Los historiadores han especulado con que María Magdalena pertenecía a la tribu de Benjamín.

Sin embargo, la conexión de la iglesia cristiana con gobiernos terrenales verdaderos no se puede negar, y tales precedentes a veces han enmascarado intentos mesiánicos por parte de malintencionados líderes pseudo-religiosos.

María Magdalena se dice que quedó marcada como una prostituta por la Iglesia (en los capítulos 58 y 60).

Informaciones provenientes de los Evangelios y de History Channel permiten establecer ciertas conexiones no expresadas en el artículo: La descripción del Opus Dei como una orden monacal que es «prelatura personal» del Papa es inexacta.

[13]​ Sostiene que los primeros judíos veneraron la diosa Shekinah como el igual a Yahvé.

En el siglo IV, sobre dicha colina se alzaba poco más que una iglesia y un cementerio junto a un camino.

Una caseta de troncos puede ser una catedral si es la iglesia oficial del obispo.

Se pretende que los dioses egipcios Amón e Isis representan una pareja divina.

No obstante, en una fase tardía del culto de Amón, se unió con Min como Amóm-Min.

Por otro lado, la pintura fue guardada por Leonardo, y estaba con él cuando murió, una insinuación de que la imagen tuvo algún significado especial.

Incluso Dan Brown va más allá, al calificar a Leonardo de ser «abiertamente homosexual», cosa que de ser cierta hubiera resultado extremadamente peligrosa debido a que la sodomía era duramente castigada en aquella época.

El título El código Da Vinci no es especialmente preciso: Leonardo Da Vinci casi siempre ha sido llamado por los expertos, y sobre todo fuera de Estados Unidos, como Leonardo.

Sin embargo, las denominaciones convencionales para los artistas son a menudo contradictorias (Michelangelo Buonarroti es conocido como Miguel Ángel; Miguel Ángel Merisi da Caravaggio es conocido como Caravaggio, su pueblo natal).

La convención utilizada en el libro es probablemente debido a que la audiencia objetivo, estadounidenses medios, conocen al pintor como Da Vinci.

En el libro se da por hecho que la Capilla de Rosslyn fue construida por los Caballeros Templarios.

Además no existe evidencia verdadera que asocie la arquitectura gótica con este tema en particular.

La confusión puede tener su origen en el recurso a lo «monacal» para describir a la Hermandad de los Rosacruces, que ha servido de primera inspiración para posteriores sociedades secretas que dicen conservar secretos desde hace muchos años.

Según GlassWeb, la pirámide contiene 603 rombos y 70 triángulos de cristal, lo que en total suponen 673 piezas.

Si bien es cierto que los aviones militares estadounidenses llevan pintada una estrella de cinco puntas blanca en un círculo azul, no se ha comprobado la relación entre ambos diseños.

[14]​ La «revelación» del libro es que el Santo Grial es la dinastía generada por la unión apócrifa entre Jesús y María Magdalena.

Esta hipótesis la sugirieron Michael Baigent y Richard Leigh, en su libro de no ficción El enigma sagrado en 1982 (título original en inglés The Holy Blood and the Holy Grail), como otras muchas de las afirmaciones que aparecen en El Código.

Una mujer protesta contra la película El código Da Vinci fuera de una sala de cine en Culver City , California . Las siglas de la PTF en la bandera representa la Sociedad Americana para la Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad . En la banderola dice « ¡El códigio Da Vinci insulta a Nuestro Señor Jesucristo, ataca su Iglesia y nuestra sagrada fe católica!»