Priorato de Sion

[8]​ Los historiadores, tras haber analizado todo lo relacionado al Priorato de Sion, indican que la antigüedad y los escritos sobre éste son verídicos, llegando a la siguiente conclusión sobre la historia del Priorato de Sion: Los manuscritos presentados por Pierre Plantard, indicando que provenían del padre Bérenger Saunière, quien los habría descubierto mientras reparaba su iglesia, habrían sido realmente escritos por el mismo Pierre Plantard y fabricados por su amigo Philippe de Cherisey.

Para mantener su engaño, Pierre Plantard argumentó en 1989 que el Priorato de Sion en realidad había sido fundado en 1681 en Rennes-le-Château; pero en esta ocasión no pudo conservar su reputación y sus proyectos.

Concluyeron que todo era un fraude, y para ello los historiadores perfilaron detalladamente sus argumentos y dieron múltiples pruebas de que los investigadores de la novela del Santo Grial, del cual se hizo famoso mundialmente el Priorato de Sion, no habían contado la verdad y que habían omitido datos conocidos.

Aunque no sea necesario en gramática latina, se ha sugerido la terminación sum para significar: 'Y estoy en la Arcadia'.

Sus mentiras sobre los judíos, que han sido desacreditadas repetidamente, continúan circulando hoy en día, especialmente por Internet.

Los individuos y grupos que han utilizado los Protocolos están unidos por un propósito común: diseminar el odio a los judíos.

En El enigma sagrado publicado en 1982 por Henry Lincoln, Michael Baigent y Richard Leigh, tres periodistas británicos presentan el Priorato como un grupo de organizaciones como los templarios, los rosacruces o los masones.

En este ensayo, la dinastía merovingia descendería directamente de Jesús y María Magdalena.

En esta perspectiva, la misión del Priorato sería ocultar la existencia de este "linaje sagrado".

[10]​ A principios del siglo XXI, en Occidente se ha reavivado el interés por las sociedades secretas, y en especial por el Priorato de Sion, gracias en parte al best-seller de Dan Brown, El código Da Vinci.

Obra de Nicolás Poussin.