Este fenómeno se utiliza en evaluaciones psicológicas, como en el test de Rorschach.[1] La pareidolia puede hacer que las personas interpreten imágenes aleatorias, o patrones de luces y sombras, como caras.Esta activación es similar a un tiempo ligeramente más rápido (130 ms) que se observa para imágenes de caras reales.Los procesos cognitivos son activados por el objeto "similar a una cara", que alerta al observador tanto del estado emocional como de la identidad del sujeto, incluso antes de que la mente consciente comience a procesar o incluso recibir la información.La pareidolia, por sí sola o combinada con la apofenia y con la hierofanía, podrían ser el origen de la consideración de espacios sagrados dada a determinados sitios arqueológicos, así como a algunas pinturas rupestres.
Una simple colección de líneas puede ser percibida como una cara, e incluso ser interpretada como expresando una emoción particular.