Olea europaea

Vive en todo tipo de suelos y aguanta muy bien el calor, pero es sensible al frío, especialmente a las heladas.El acebuche es una especie de creciente interés en repoblaciones forestales, tanto por su rusticidad como por su mejor crecimiento frente a otras especies con las que comparte condiciones de establecimiento, aunque sus semillas presentan dificultad para germinar, lo que complica su cultivo en vivero.[4]​ La palabra "olivo" procede del latín olīvum que designa el mismo árbol.El término está testimoniado ya en micénico (e-ra-wo) y chipriota y al parecer se trata de un préstamo de una lengua mediterránea que también ha sido tomado por otras lenguas indoeuropeas como el armenio.[5]​ La evidencia fósil indica que el olivo tuvo su origen hace 20 a 40 millones de años en el Oligoceno, en lo que ahora corresponde a Italia y la cuenca del Mediterráneo oriental.[6]​[7]​ Hace 100 000 años, los humanos utilizaban las aceitunas en África, en la costa atlántica de Marruecos, para la gestión del combustible y muy probablemente para el consumo.[8]​ Los acebuches silvestres estuvieron presentes y recolectados en el Mediterráneo oriental desde ~19,000 AP.[10]​[11]​[12]​[13]​[14]​ La planta del olivo se cultivó por primera vez hace unos 7000 años en las regiones mediterráneas.[19]​ Otras hojas encontradas en la misma isla se remontan a 60 000 AP, lo que las convierte en las aceitunas más antiguas conocidas del Mediterráneo.Los colonos españoles trajeron el olivo al Nuevo Mundo, donde su cultivo prosperó en los actuales Perú, Chile y Argentina.[26]​ Véase: Olea europaea: epíteto latino geográfico que se refiere a su localización en Europa.Es sensible a las heladas, si bien puede soportar temperaturas hasta -10 °C, aunque la resistencia al frío es una característica varietal.Aunque se encuentran olivos en muy variadas zonas, parece desarrollarse mejor en áreas con una pluviometría comprendida entre los 600-800 mm/año.[30]​ Las formas silvestres de la aceituna a veces se tratan como la especie Olea oleaster.Este mismo en las medallas de los emperadores indica la paz dada o conservada a sus Estados.[33]​ También se cree que el caudillo moro Abén Humeya fue proclamado "rey de los moriscos", bajo un olivo en Narila, La Alpujarra.Al utilizar estacas enraizadas también se soluciona el problema de marras o fallos.Este método de propagación vegetativa del olivo consiste en curvar ramas del árbol madre hasta que toquen el suelo, dejando la punta al aire, y una vez cubiertas de tierra, esperar que emitan raíces por la parte enterrada, tras lo cual se cortan, llevando la parte aérea y sus correspondientes raíces para con ellas obtener un nuevo árbol.Para que se produzca el enraizamiento, es necesario que la base del medio donde estén situadas alcance una temperatura continua comprendida entre 20 y 25 °C, y la parte aérea se encuentre en un ambiente muy húmedo.El olivo se cultiva ahora en muchas regiones del mundo con clima mediterráneo, tales como Sudáfrica, Perú, Chile, Australia, la Cuenca Mediterránea, Israel, los Territorios Palestinos y California, Baja California y en áreas con otros climas templados como Nueva Zelanda, bajo riego en la región del Cuyo en Argentina, donde el clima es desértico.También se cultiva en la provincia de Córdoba, Argentina, caracterizada por un clima templado con veranos lluviosos e inviernos secos (Cwa).[36]​ La identificación de algunas plantas a través de caracteres morfológicos del árbol, hoja, inflorescencia, etc., ha sido difícil debido a que esos parámetros están fuertemente influenciados por el ambiente, aunque hay caracteres como el endocarpio que son poco influidos por el ambiente; en cualquier caso, es posible la identificación de los cultivares independientemente del clima en que viven los ejemplares mediante el uso de marcadores moleculares.Si la disponibilidad de agua y nutrientes son suficientes, entonces es la luz el factor a tener en cuenta para que la plantación del olivar sea correcta.Con estas altas densidades se consiguió aumentar la producción por hectárea, adelantar la entrada en cosecha (a partir del tercer año) y mecanizar integralmente la recolección del fruto mediante cosechadoras similares a las usadas en vid.Existen variedades de olivos especialmente adaptadas al cultivar en seto, entre las más utilizadas están la Arbequina, la Koroneiki o la Arbosana.Normalmente, bajo condiciones idóneas de crecimiento, el olivar inicia su producción entre el tercer y quinto año desde la plantación, alcanzando la plena producción al octavo a décimo año.Se puede consultar en la página que la FAO ha dispuesto en Internet,[38]​ portal científico, creado en 2007 por investigadores del cultivo del olivo en Europa, donde se encuentra información sobre germoplasma, cultivares y otros datos técnicos.Otro insecto nocivo, pero no tan corriente, es la cantárida, que ataca los tallos tiernos y malogra la cosecha futura.[35]​ La aerobiología se define como la ciencia que estudia los microorganismos y el material de origen biótico que se transportan y/o dispersan de forma pasiva a través del aire.No obstante, aún hoy, quedan por resolver cuestiones básicas en relación con el empleo de un método estandarizado.
Almacenamiento de aceitunas en Dere Street ; Tacuinum Sanitatis , siglo XIV .
Olivo, con su fruto aún verde, en Jaén , España .
Prefloración.
Flores, detalle.
Paloma de la paz representada con una rama de olivo.
Bandera de las Naciones Unidas.
Distribución potencial del olivo en la Cuenca del Mediterráneo (Oteros, 2014). [ 35 ]
Olivares de la campiña Villaharta .
Extensiones de olivar junto a Sierra Mágina y Cazorla , provincia de Jaén .
Campo de olivos.
Producción total de olivas/aceitunas por país en la Cuenca del Mediterráneo. Cada círculo representa 100.000 toneladas.
Distribución del olivar en Andalucía (principal productor de aceite de oliva a nivel mundial), (Oteros, 2014). [ 35 ]
Panorámica de un olivar en la provincia de Córdoba, España
Aceitunas coloradas, últimamente muy común en Turquía, vistas en el histórico mercado de Kadıköy , Estambul .
Predicción de cosecha de aceitunas basada en el método aerobiológico (Oteros et al., 2014). [ 41 ]