Es una especie que se caracteriza por la alta fecundidad (promedio de 1000 huevos por hembra) y polifagia.
Este cóccido pasa el invierno como neánida en fase II y III, raramente también como hembra inmadura o en oviposición.
Los primeros se deben principalmente a las extracción que el insecto hace de la linfa del árbol y a la emisión de sustancias salivares en los tejidos vegetales que puede causar la defoliación.
La fumagina y la caída de las hojas son daños muy graves al olivo.
Los ataques más graves se suelen dar en plantaciones muy espesas, no podadas y con exceso de abonos nitrogenados.