La población total del municipio ronda los 100.000 habitantes, y su puerto se encuentra entre los cinco más importantes de Turquía.
Los orígenes de Gemlik se remontan a Kios (en latín Cius, en español Cío), una colonia que los milesios fundaron en torno al año 630 a. C. al pie del monte Argantonio, en la costa de Bitinia.
Poco después la ciudad de Kios sería conquistada por los cruzados del Imperio latino, y así permaneció hasta que el Imperio de Nicea recuperó Constantinopla en 1261, expulsando a los gobernantes latinos.
No obstante es a partir del siglo XIV cuando la nueva dinastía de los osmanlíes comienza a suponer una seria amenaza para los últimos dominios bizantinos en la costa asiática del mar de Mármara.
Fue Orhan I, hijo del fundador de la dinastía otomana (Osman I), quien tomó la ciudad de Brusa (la actual Bursa) en 1326, convirtiéndola en la nueva capital del naciente Imperio otomano; en 1331 conquistaba Nicea, y 5 años más tarde (1336) la ciudad de Kios era tomada por los otomanos tras un largo asedio, siendo destruida y abandonada por sus habitantes, que huyeron a las montañas y permanecieron allí por espacio de tres años.
La conquista de la ciudad por los otomanos trajo al principio varias dificultades para sus habitantes griegos, que cuando regresaron afrontaron una vida difícil, pagando altos impuestos y teniendo que adoptar la lengua turca.
El tratado sin embargo sólo les otorgaba la Tracia oriental y el territorio en torno a Esmirna (la moderna Izmir), por lo que Grecia no lo firmó y aprovechando la debilidad de los turcos inició la invasión de Anatolia con un desembarco de tropas en Izmir, dando inicio a la Guerra Greco-Turca (1919-1922).
Finalmente pocos días después la población griega de Gemlik y sus alrededores, temiendo represalias por parte de los turcos, decide exiliarse y huir a Grecia en barco.
[7] En Umurbey, un pueblo del distrito muy próximo a Gemlik, nació Celal Bayar, que desempeñó el cargo de tercer Presidente de la República Turca entre 1950 y 1960, tras Atatürk e İsmet İnönü.
Las condiciones climáticas y edáficas de la región son idóneas para el cultivo del olivo, que cubre extensas zonas del municipio y constituye el principal cultivo en la zona.