Es recordado sobre todo como autor del Decamerón, libro esencial para introducir en la literatura europea el género de la novela corta o relato, y que utiliza el recurso técnico de la narración enmarcada.
Se sabe que su infancia transcurrió en Florencia, y que fue acogido y educado por su padre, e incluso continuó viviendo en la casa paterna después de 1319, cuando el mercader contrajo matrimonio con Margherita dei Mardoli.
Boccaccio vivió en Florencia hasta 1325 o 1327, cuando fue enviado por su padre a trabajar en la oficina que la compañía de los Bardi tenía en Nápoles.
Fiammetta abrió a Boccaccio las puertas de la corte y, lo que es más importante, lo impulsó en su incipiente carrera literaria.
En 1348 regresó a Florencia, donde fue testigo de la peste que describe en el Decamerón.
La tranquila vida de estudioso que Boccaccio llevaba en Florencia fue interrumpida bruscamente por la visita del monje sienés Gioacchino Ciani, quien lo exhortó a abandonar la literatura y los argumentos profanos.
Su argumento puede resumirse como sigue: Mientras el poeta se encuentra absorto en sus penas amorosas, un espíritu gentil enviado por la diosa Diana convoca a las más bellas damas napolitanas (de las que se citan sus nombres, apellidos y hasta hipocorísticos) a la corte «dell'alta idea».
Después, Diana divide a las jóvenes en cuatro escuadras y la caza da comienzo.
Diana se desvanece en el cielo y la donna gentile (la amada del poeta) pronuncia una oración a Venus.
La diosa aparece y transforma a los animales capturados —entre los cuales está el poeta, en forma de ciervo— en fascinantes jóvenes.
Boccaccio posiblemente se inspiró en la obra toscana Il Cantare di Fiorio e Biancifiore, basada a su vez en un poema francés del siglo XII.
El título es una invención del autor, y en mal griego querría significar algo así como «fatiga de amor».
Antes de la ejecución sin embargo, el almirante reconoce a Florio como su sobrino, y descubre el origen noble de Biancofiore, con lo que los dos amantes pueden regresar a Italia y unirse en matrimonio.
El Filostrato es un poema narrativo de argumento clásico escrito en octavas reales y dividido en ocho cantos.
Allí, el héroe griego Diomedes se enamora de ella, y es correspondido por la joven.
El argumento del Filostrato puede leerse como la transcripción en clave literaria de sus amores con Fiammetta.
Siguiendo la estructura de la visio in somnis («visión en sueños»), se narra cómo una hermosa mujer es enviada por Cupido al poeta, y le invita a abandonar los «vanos deleites» para buscar la verdadera felicidad.
La mujer guía al poeta hasta un castillo, al que se niega a entrar por la puerta estrecha (que representa la virtud) y accede por la puerta ancha (símbolo de la riqueza y el goce mundano).
En los frescos aparecen representados numerosos personajes históricos, bíblicos y mitológicos, así como famosos literatos.
Tras contemplar estas pinturas, el poeta sale al jardín del castillo, donde encuentra a otras mujeres: la «bella Lombarda» y la «Ninfa sicula» (posiblemente Fiammetta).
La Amorosa visión presenta muchas similitudes con La Divina Comedia, aún tratándose de una obra muy inferior.
En prosa, se presenta como una larga carta escrita en la que la protagonista, Fiammetta, relata su amor juvenil por Pánfilo, en la ciudad de Nápoles.
Africo, sin embargo, persevera en su empeño, y, auxiliado por la diosa Venus, logra unirse con su amada.
Este, creyéndose despreciado por Mensola, se suicida arrojándose al río que en adelante llevará su nombre.
Cada día uno de los jóvenes actúa como «rey» y decide el tema sobre el que versarán los cuentos (excepto los días primero y noveno, en los que los cuentos son de tema libre).
Las fuentes de Boccaccio son variadas: van desde los clásicos grecolatinos hasta los fabliaux franceses medievales.
Tanto por su tono como por su finalidad, la obra se inscribe en la tradición de la literatura misógina.
El título hace quizá referencia al cuervo, considerado un símbolo de mal augurio y de una pasión descontrolada; según otros hace referencia al español corbacho (vergajo con que el cómitre fustigaba a los galeotes).
La mujer mostró las cartas a sus allegados, burlándose de Boccaccio por su origen plebeyo y por su edad.
Allí, convertidos en animales, expían sus pecados los miserables engañados por el amor de la mujer.