Se trata de doce novelas cortas que siguen el modelo establecido en Italia.
Su denominación de "ejemplares" obedece al carácter didáctico y moral que incluyen en alguna medida los relatos.
Se agrupan aquí: El amante liberal, Las dos doncellas, La española inglesa, La señora Cornelia y La fuerza de la sangre.
Por otra parte, algunas novelas cortas se hallan también insertas en Don Quijote, como El curioso impertinente o la Historia del cautivo que cuenta con elementos autobiográficos.
Además, se alude a otra novela ya compuesta, Rinconete y Cortadillo.
Al asociar la ejemplaridad a sus novelas, Cervantes heredaba un problema típico del siglo XVI y posiblemente intentó con ello evitar el desprestigio moral que entonces debía soportar el género literario novelesco.
Finalmente recobra el juicio, pero ya nadie lo contrata ni va a verlo.
En La ilustre fregona dos jóvenes de buena familia, Carriazo y Avendaño, deciden lanzarse a la vida picaresca.
En Las dos doncellas, Teodosia confiesa a un desconocido, que resulta ser su hermano, las relaciones y promesa de matrimonio con Marco Antonio.
Aquí, Juan y Antonio optan por dejar sus estudios, pero deciden proseguirlos en la ciudad de Bolonia, donde toda la gente los tiene por buenos mozos.