Novelas ejemplares

Se trata de doce novelas cortas que siguen el modelo establecido en Italia.

Su denominación de "ejemplares" obedece al carácter didáctico y moral que incluyen en alguna medida los relatos.

Se agrupan aquí: El amante liberal, Las dos doncellas, La española inglesa, La señora Cornelia y La fuerza de la sangre.

Por otra parte, algunas novelas cortas se hallan también insertas en Don Quijote, como El curioso impertinente o la Historia del cautivo que cuenta con elementos autobiográficos.

Además, se alude a otra novela ya compuesta, Rinconete y Cortadillo.

Al asociar la ejemplaridad a sus novelas, Cervantes heredaba un problema típico del siglo XVI y posiblemente intentó con ello evitar el desprestigio moral que entonces debía soportar el género literario novelesco.

Finalmente recobra el juicio, pero ya nadie lo contrata ni va a verlo.

En La ilustre fregona dos jóvenes de buena familia, Carriazo y Avendaño, deciden lanzarse a la vida picaresca.

En Las dos doncellas, Teodosia confiesa a un desconocido, que resulta ser su hermano, las relaciones y promesa de matrimonio con Marco Antonio.

Aquí, Juan y Antonio optan por dejar sus estudios, pero deciden proseguirlos en la ciudad de Bolonia, donde toda la gente los tiene por buenos mozos.

Grabado de la edición de las Novelas ejemplares de Antonio de Sancha de 1783 que ilustra «El coloquio de los perros».
Portada de la edición príncipe de las Novelas ejemplares , impresa por Juan de la Cuesta