Se denomina misceláneo[1] o cajón de sastre[2] a un género literario perteneciente a la didáctica que se dio principalmente en el Renacimiento y en el Barroco en España, durante los siglos XVI y XVII.
[3] Aunque cultivado ya en la Antigüedad grecorromana y en la Edad Media, es un género típico de la omnímoda curiosidad del uomo universale u hombre universal[4] del Renacimiento y, elaborado por humanistas, constituye uno de los principales precedentes del ensayo o género ensayístico, aunque a veces las compusieron caballeros de amplia y desordenada lectura.
Su equivalente en la literatura árabe es el adab, que reúne respuestas ingeniosas o jocosas, chistes, sentencias morales, refranes, historias y anécdotas, pero que combina, como es propio de estas obras, la poesía con la prosa, siendo esta última mucho más abundante; entre los cultivadores del adab en la literatura hispanoárabe destaca Abú Bakr Ibn 'Asim.
En ellas podían encontrarse todo tipo de historias o personajes pintorescos, agudezas, prosas, versos e incluso piezas dramáticas de la más variada procedencia, tanto culta como popular.
Los medievales también incursionaron en el género: San Isidoro, Juan de Mandeville, Marco Polo etcétera.