Muy poco se sabe sobre este autor; incluso se piensa que podría ser un pseudónimo del burgalés fray Diego González Aguayo, pues existen numerosas convergencias textuales entre los Diálogos... que se atribuyen a Hidalgo y el Actus gallicus (1593) de este personaje.
Otros detalles deducidos de la obra son que debía conocer muy bien Burgos (lugar donde se ubican los Diálogos, cuya habla se reproduce y del que se mencionan personajes que conoció el autor, como el tabernero Colmenares), estar relacionado con la Universidad de Salamanca y estar presente en el recibimiento a los reyes Felipe III y Margarita de Austria en junio de 1600.
Su obra conoció un éxito no pequeño a comienzos del XVII.
Son cinco los interlocutores, cuyo fin es pasar alegremente los tres días festivos del Carnaval en Burgos.
Aparecen varios géneros jocosos, como el elogio paradójico de las bubas.