Posteriormente ha dado nombre a varias composiciones populares de tipo similar en todo el territorio hispanohablante.
Antes de ser representada, la jácara ya existía como composición poética en romance, con el mismo tono y tema antes referido, y de ahí pasó al segundo entreacto de una comedia, en el cual era lo normal que se representaran pequeñas composiciones, que podían ser bailes, loas, entremeses, etcétera.
Pero en un principio alternan dos tipos de jaques: las personificaciones del soldado valentón o fanfarrón o tópico renacentista del miles gloriosus y el criminal chulo emparejado con una daifa o tronga a la que cuida y que lo mantiene.
El género alcanza su madurez justo en 1650, a mitad del siglo XVII.
[4][5] Durante los siglos XVII y XVIII, la jácara fue también un estilo musical de carácter instrumental.