Son 21 cartas en las que la ausencia, el olvido, la distancia, el abandono o la pérdida funcionan como puntos de partida para que las heroínas compongan las cartas y se lamenten de sus amores insatisfechos por diversas causas.
Las heroínas proceden de diferentes ciclos míticos (los poemas homéricos, la tragedia griega, los líricos griegos y la Eneida son las principales fuentes), aunque una de ellas —la poetisa Safo— existió en la realidad, y tres de las cartas están compuestas por hombres que contestan a sus amantes.
Ovidio adapta los personajes femeninos a su fina sensibilidad emotiva con la que se desenvuelve magistralmente en el tema del amor.
Sirva de ejemplo el caso de Penélope, la cual expresa en su carta a Ulises unos refinados sentimientos amorosos que apenas se esbozan en la Odisea, donde la fidelidad de Penélope hacia Ulises está más en relación con el honor que con los sentimientos amorosos.
Ovidio, en su obra Arte de amar, no emplea la denominación Heroidas para referirse a esta obra, sino que la designa con el título de Epistulae.