Filis, la hija del rey, cayó enamorada de él, y su padre la dio en matrimonio a Demofonte, con su reino por dote.
Filis le entregó como regalo un cofrecito, diciéndole que contenía un objeto consagrado a la madre de los dioses, Rea, y le aconsejó que no lo abriera mientras él conservara la esperanza de regresar con ella.
Demofonte, por su parte, abrió el cofrecito, y aterrorizado, montó a horcajadas en su caballo y se lanzó a galope tendido: murió desmontado cayendo sobre su espada.
Filis y Demofonte habrían tenido varios hijos, como Oxintes, quien sucedió a su padre.
Demofonte los recibió y habiéndolos puesto en Maratón, libró un combate victorioso contra Euristeo, que precipitó la caída de este rey.