Hipólito

Hipólito, gran amante de la caza y las artes violentas, veneraba a la diosa virgen de la caza Artemisa y detestaba a la diosa del amor Afrodita.

Ella, en venganza, dispuso que la madrastra del joven, Fedra, se enamorara locamente de él.

Cuando la mujer se ofreció a su casto hijastro, este la despreció.

Fedra se suicidó para salvar su honor, pero su nodriza, que había trasmitido a Hipólito sin el consentimiento de Fedra su pasión, resolvió librarse de culpa, escribió en una tablilla que Hipólito había intentado violar a Fedra y la dejó junto al cadáver de ella.

Cuando su padre volvió y vio lo ocurrido, clamó venganza a Poseidón y el abuelo de Hipólito respondió enviándole un monstruo marino mientras su nieto viajaba por la costa en su carro.

La muerte de Hipólito (1715)
por Jean-Baptiste I Lemoyne,
tío de Jean-Baptiste II Lemoyne .