Flores y Blancaflor

El cuento era tan popular que Giovanni Boccaccio lo adaptó libremente y lo incluyó en prosa dentro de su Filocolo (1349), a partir de la versión bizantina, incluyendo interminables discursos y detalles descriptivos.

La versión española, Flores y Blancaflor, impresa en 1512 y hoy perdida, parece provenir indudablemente del Cantare italiano, aunque muchos han especulado sobre la existencia de otras versiones anteriores.

[4]​ Muy a grandes rasgos y sin peripecias incidentales ni demasiados detalles, puede resumirse así: dos jóvenes, Flores, hijo de un rey musulmán, y Blancaflor, hija de una cautiva noble cristiana, nacen en el mismo día y se educan juntos hasta que el padre de él descubre su amor y los separa, ya que tal relación no es conveniente para el príncipe.

Flores emprende su búsqueda y se hace amigo del guarda del harén para pasar escondido en un cuévano de flores a la torre donde se encuentra el harén.

[1]​ El poeta modernista Luis Fernández Ardavín compuso una comedia en cuatro actos y en verso, Flores y Blancaflor (Madrid: Prensa Moderna, 1928) que se inspira en la leyenda.

Floris ende Blancefloer
Francisco Pierrá , en el papel del beato fray Ramiro, en la adaptación de Fernández Ardavín (1927)