Los nombres hipocorísticos (del griego ὑποκοριστικός hypokoristikós ‘diminutivo’, derivado del verbo ὑποκορίζεσθαι hypokorízesthai ‘llamar cariñosamente’)[1] son aquellos apelativos cariñosos, familiares o eufemísticos usados para suplantar a un nombre real.
Se caracterizan por el hecho de que las palabras son sometidas a cierta deformación, así que muchas veces son apócopes, aféresis o diminutivos del nombre propio verdadero, aunque también pueden tener un origen etimológicamente distinto al de este (como es por ejemplo el caso de Pepe con José).
Especialmente, el término hipocorístico alude a las abreviaciones y modificaciones que sufren los nombres propios en el lenguaje familiar; por ejemplo: Celia viene de Cecilia.
Según la Ortografía académica, los hipocorísticos en español deben escribirse con “i” (Dani, Cami, Pati, Gabi), no con “y” (Danny, Camy, Paty, Gaby), dado que ese uso de la “y” es un anglicismo contrario a la ortografía del español.
(Ver Ortografía 2010, p.