Isidoro de Sevilla creía que el nombre "caligae" derivaba del latín callus ("cuero duro"), o bien del hecho de que la bota estaba atada (ligere).
Al menos un fabricante provincial de caligae del ejército ha sido identificado por su nombre.
[3] La caligae habría resultado más fresca para la marcha que las botas cerradas.
[4] A finales del siglo IV, esto parece haberse aplicado en todo el Imperio.
[5] El nombre del emperador Calígula es un apodo militar, diminutivo de caliga, que significa, pues, botita.