Teoría marxista de la alienación

En su enfoque, denominó alienación a las distorsiones que causaba la estructura de la sociedad capitalista en la naturaleza humana.

Marx y Friedrich Engels respondieron a estas proposiciones filosóficas en La ideología alemana (1845).

Actualmente, como la mayoría de los conceptos filosóficos e instituciones sociales, la alienación —como categoría analítica— se encuentra en una crisis teórica debido a las profundas transformaciones sociales que han dado paso a la sociedad posindustrial.

Entre los autores inspirados por Marx, que efectúan ese análisis, destaca, por ejemplo, Herbert Marcuse.

La alienación surge, cuando el producto del trabajo del hombre, en lugar de satisfacer sus necesidades, se vuelve algo ajeno, es decir el producto cobra una existencia totalmente independiente del hombre que fue quien la produjo, una vez que ese producto cobra su independencia, se genera el trabajo alienado, a través del cual el hombre se vuelve esclavo cada vez más y más de las cosas que produce.

Marx hace una analogía, con la religión basado en los estudios de alienación de Feuerbach, y explica que el mismo proceso se da cuando el hombre religioso se subordina a su dios (idea abstracta del mismo).

[7]​[8]​ Para Marx el capitalista compra con dinero el trabajo de los demás y los obreros cambian la fuerza de trabajo, es decir, su mercancía, por la mercancía del capitalista, es decir, la paga o salario.

La fuerza de trabajo para el obrero es su actividad vital que le asegura los medios necesarios para subsistir.

Años más tarde en la Crítica del Programa de Gotha sostiene Marx que solo《en el seno de una sociedad colectivista, basada en la propiedad común de los medios de producción, los productores no cambian sus productos; el trabajo invertido en los productos no se presenta aquí, tampoco, como valor de estos productos, como una cualidad material, poseída por ellos, pues aquí, por oposición a lo que sucede en la sociedad capitalista, los trabajos individuales no forman ya parte integrante del trabajo común mediante un rodeo, sino directamente》.

En la época de Marx, el término fetiche se usaba principalmente en relación con las religiones animistas.

[9]​ En un mundo capitalista nuestros medios de supervivencia se basan en el intercambio monetario, por lo tanto no tenemos otra opción que vender nuestra fuerza de trabajo y consecuentemente estar atados a las demandas del capitalista.

La mente debe ser libre y consciente, en cambio es controlada y dirigida por el capitalista, 《para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que este no es suyo, sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a otro》, lo que significa que no puede crear libre y espontáneamente de acuerdo con su propia directiva, la forma y la dirección del trabajo pertenecen a otra persona.

A la inversa, a diferencia del ser humano, el animal no se objetiva a sí mismo, como "el sujeto", ni sus productos como ideas, como "objeto", porque un animal participa en acciones directamente autosuficientes que no tienen ni una intención futura, ni una intención consciente.

Por otra parte, la mecanización y automatización casi total del sistema de producción industrial permitiría a la clase social capitalista burguesa dominante explotar a la clase obrera en la medida en que el valor obtenido de su trabajo disminuiría la capacidad del trabajador para sobrevivir materialmente .

[27]​ Para Engels, la conexión entre la libertad del individuo y la regularidad de los procesos históricos solo puede entenderse dialécticamente.

[30]​ Similarmente, Marx y Engels expresaron en La ideología alemana (1845): Por estas razones, Marx entiende el comunismo no solo como un sistema socioeconómico, sino también como un proyecto de liberación y superación "positiva" de la humanidad.

Esto ha dado a una largo debate sobre la posibilidad del cálculo económico en el socialismo.

Karl Marx –quien en realidad jamás utilizó el término «falsa conciencia» en su obra– enfatizó que los mecanismos ideológicos son parte del funcionamiento de una sociedad de clases, ya que contribuyen a ocultar a sus miembros cuáles serían sus «verdaderos» intereses.

La "conciencia", en este contexto, refleja la capacidad de una clase para identificar políticamente y hacer valer su voluntad.

La falsa conciencia de los trabajadores asalariados, entonces, se explica por su existencia social como clase dominada.

En la teoría marxista, la alienación es una proposición fundamental sobre el progreso del hombre hacia la autorrealización.

En el Oxford Companion to Philosophy (2005), Ted Honderich describió las influencias de Georg Wilhelm Friedrich Hegel y Ludwig Feuerbach en Karl Marx:

Karl Marx afirmó que los polos del idealismo —ignorancia espiritual y autocomprensión— pueden ser reemplazados por categorías materialistas, por lo que la ignorancia espiritual se convierte en alienación y autocomprensión se convierte en la realización del ser humano de su Gattungswesen —naturaleza humana—.

Sin embargo, la alienación social sigue siendo una preocupación práctica, especialmente entre los filósofos contemporáneos del humanismo marxista; en The Marxist-Humanist Theory of State-Capitalism (1992), Raya Dunayevskaya discute y describe la existencia del deseo de autoactividad y autorrealización entre los trabajadores asalariados que luchan por lograr el nivel elemental de objetivos de la vida material en una economía capitalista.

En el capítulo 4 de La Sagrada Familia (1845), Marx dice que capitalistas y proletariado son igualmente alienados, pero que algunas clases sociales experimenta la alienación en una formas diferentes: David Harvey en Diecisiete contradicciones y el fin del capitalismo (2014) anuncia el fenómeno de la "nueva alienación" como una contradicción que desarrolla en sistema capitalista actual.

[39]​ Entre los autores inspirados por Marx, que efectúan ese análisis, destaca, por ejemplo, Herbert Marcuse.

Estas actividades perderán la calidad de la libertad si se ejercen "en masa" porque incluso la sociedad socialista más auténtica haría heredar el crecimiento de la población y la base masiva del capitalismo avanzado.

En el mercado, los productores y los consumidores solo se perciben mutuamente por medio del dinero y las mercancías que intercambian. El dinero es para Marx la mercancía más alienable y fetichizada.
Niños trabajando en un telar en Macon, Georgia (1909). Según Marx, la extensión de la maquinaria y la división del trabajo convirtió a "hombres, mujeres y niños" en "meros instrumentos de trabajo, entre los cuales no hay más diferencia que la del coste."
En el capitalismo, los trabajadores compiten por el salario y puestos de trabajo, alienándose de sus intereses económicos mutuos. De ahí el lema: ¡Proletarios de todos los países, uníos!
El filósofo Georg Friedrich Wilhelm Hegel (1770-1831) postuló el idealismo. Marx contrastará con su materialismo dialéctico .
El filósofo Ludwig Feuerbach (1804-1872) analizó la religión desde una perspectiva psicológica en La esencia del cristianismo (1841). De acuerdo con Feuerbach, divinidad es una proyección humana de su propia naturaleza.