En 1962 y 1963 publicó críticas literarias en la revista Les Temps Modernes del filósofo existencialista Jean Paul Sartre.
La influencia de Louis Althusser y Guy Debord es realmente importante para caracterizar al que Stevenson (1998) llama «primer Baudrillard».
[3] En los años 1960 sostuvo que las teorías marxistas habían quedado desactualizadas: según su pensamiento, la nueva base del orden social era el consumo y no la producción.
Pero Saddam Hussein no hizo uso de su capacidad militar (la Fuerza Aérea iraquí) y su poder político-militar no se debilitó (se suprimió la insurgencia kurda contra Irak al final de la guerra).
Jean Baudrillard fue ampliamente reconocido por sus investigaciones en torno al tema de la hiperrealidad, particularmente en una sociedad como la estadounidense.
De acuerdo con sus tesis, Estados Unidos ha construido para sí un mundo que es más «real» que Real, así nos enfocamos en Disneylandia, cuyos habitantes viven obsesionados con la fantasía, evitar el paso del tiempo y la objetivización del ser, aún más, la autenticidad ha sido reemplazada por la copia (dejando así un sustituto para la realidad), nada es Real, y los involucrados en esta ilusión son incapaces de notarlo, pero para Baudrillard Disneylandia no es más que un engaño, creer que Disneylandia es un lugar fantasioso y Estados Unidos es verdadero, es el crimen perfecto de la hiperrealidad.
En su ensayo sobre la precesión de los simulacros (traducido al español como Cultura y simulacro),[4] Baudrillard recuerda un cuento de Borges sobre un mapa (es decir, una representación) tan detallada que es una correspondencia biunívoca con el territorio.
Los simulacros son, entonces, aquellos elementos que, según la metáfora de Borges, hacen emerger un mapa (modelo virtual) por encima del territorio real.
Según esto, y dado que la realidad se extingue bajo las brumas del modelo virtual, ya solo quedan los simulacros: de aquí en adelante, los simulacros precederán a cualquier acontecimiento, o, más exactamente, a cualquier suceso que ocurra en la hiperrealidad.