Trabajo asalariado y capital

Trabajo asalariado y capital (en alemán: Lohnarbeit und Kapital) es un ensayo sobre economía de Karl Marx, escrito en 1847 y publicado por primera vez en artículos en la Neue Rheinische Zeitung en abril de 1849.

En 1883, se publicó una traducción al ruso como libro e incluyó un extracto del volumen 1 de El capital en el apéndice, capítulo 23 sobre Ley general de la acumulación capitalista.

[3]​ En 1885, se publicó por primera vez una versión en folleto como traducción al inglés.

[1]​ La edición alemana fue revisada por Engels en 1891 y publicada por Vorwärts después de que expiraran las Leyes antisocialistas el año anterior.

Sin embargo, este ensayo comenzó a mostrar un mayor fundamento científico sobre sus ideas de trabajo alienado que, en perspectiva de Marx, conducirían finalmente a la revolución proletaria.

Por lo tanto, los marxistas consideran la obra como una "observación económica y científica en profundidad sobre cómo funciona la economía capitalista, por qué era explotadora y, en última instancia, por qué eventualmente implosionaría desde dentro".

[9]​Engels expresa que aunque "no se me hubiera ocurrido, ni en sueños, modificar ni una tilde" hizo modificaciones y adiciones para actualizarla, como cambiar que el obrero vende al capitalista su "trabajo" por su "fuerza de trabajo".

Por tanto, cuando hoy decimos simplemente, con economistas como Ricardo, que el valor de una mercancía se determina por el trabajo necesario para su producción, damos por sobreentendidas siempre las reservas hechas por Marx.

2) La inevitable ruina, bajo el sistema actual, de las clases medias burguesas y del llamado estamento campesino.

La primera pregunta, según Marx, es qué son los salarios y cómo se determinan.

[19]​ Existe competencia entre los vendedores de la misma mercancía, lo que reduce el precio de la mercancía, y existe competencia entre los compradores, lo que eleva el precio.

[20]​"Por tanto, cuando la oferta de una mercancía es inferior a su demanda, la competencia entre los vendedores queda anulada o muy debilitada.

Una masa de capitales afluirá a la rama industrial floreciente [...] Y viceversa.

En la producción, según Marx, las personas no sólo afectan a la naturaleza, sino también entre sí.

Un hombre negro se convierte en esclavo en determinadas condiciones.Las relaciones sociales en las que los individuos producen, las relaciones sociales de producción, cambian, por tanto, se transforman, al cambiar y desarrollarse los medios materiales de producción, las fuerzas productivas.

[29]​De la misma forma, un de hilar algodón se convierte en capital en determinadas condiciones.

El trabajador produce capital, produce valores que sirven de nuevo para comandar su obra y por medio de la misma para crear nuevos valores.

Por ser de carácter social, son de carácter relativo.Sea grande o pequeña una casa, mientras las que la rodean son también pequeñas cumple todas las exigencias sociales de una vivienda, pero, si junto a una casa pequeña surge un palacio, la que hasta entonces era casa se encoge hasta quedar convertida en una choza.

La casa pequeña indica ahora que su morador no tiene exigencias, o las tiene muy reducidas; y, por mucho que, en el transcurso de la civilización, su casa gane en altura, si el palacio vecino sigue creciendo en la misma o incluso en mayor proporción, el habitante de la casa relativamente pequeña se irá sintiendo cada vez más desazonado, más descontento, más agobiado entre sus cuatro paredes.

[37]​ Según Marx, el precio monetario del trabajo, salario nominal, no coincide con el salario real, "es decir, la cantidad de mercancías que puede comprar con este dinero".

Cuanto más capital, mayor es la ganancia, que a su vez puede aumentar si el valor de cambio del trabajo y los salarios relativos disminuyen aun cuando aumente el salario nominal y real siempre que éstos no suban en la misma proporción que la ganancia.

El abismo social que le separa del capitalista se habrá ahondado.

Antes de responder la pregunta, Marx examina primero su condición previa, el crecimiento del capital burgués productivo.

[48]​Tal es la ley que saca constantemente de su viejo cauce a la producción burguesa y obliga al capital a tener constantemente en tensión las fuerzas productivas del trabajo, por haberlas puesto antes en tensión; la ley que no le deja punto de sosiego y le susurra incesantemente al oído: ¡Adelante!

Se le convierte en una fuerza productiva simple y monótona, que no necesita poner en juego ningún recurso físico ni espiritual.

Se utiliza la imagen de la “guerra industrial” que "presenta a particularidad de que en ella las batallas no se ganan tanto enrolando a ejércitos obreros, como licenciándolos.

Los generales, los capitalistas rivalizan a ver quién licencia más soldados industriales”.

Si esto fuera cierto, entonces los salarios para este nuevo trabajo será menor.

[52]​ A través de este movimiento para explotar los gigantescos medios de producción existentes a mayor escala, se destruye al pequeño industrial que ya no puede seguirle el ritmo; a raíz de su quiebra tiene que “lanzarse a la industria […] ayudando de este modo a engrosar las filas de los pequeños industriales y, con ello las de los candidatos a proletarios [...] Y así, el bosque de brazos que se extienden y piden trabajo es cada vez más espeso, al paso que los brazos mismos que lo forman son cada vez más flacos.”[53]​ Las crisis, como "terremotos industriales”, se correlacionan con la expansión de la masa del producto, la “necesidad de mercados más extensos”.Se hacen más frecuentes y más violentas, ya por el solo hecho de que […] el mercado mundial va reduciéndose más y más, y quedan cada vez menos mercados nuevos que explotar, pues cada crisis anterior somete al comercio mundial un mercado no conquistado todavía o que el comercio sólo explotaba superficialmente.

Y cuanto más se extiende la división del trabajo y la aplicación de la maquinaria, más se acentúa la competencia entre los obreros y más se reduce su salario.”[52]​ La pregunta dominante sobre la relación mutua entre el crecimiento del capital productivo, por un lado, y el nivel de los salarios, por otro, se pueden responder de la siguiente manera:“Si el capital crece rápidamente, crece con rapidez incomparablemente mayor todavía la competencia entre los obreros, es decir, disminuyen tanto más, relativamente, los medios de empleo y los medios de vida de la clase obrera; y, no obstante esto, el rápido incremento del capital es la condición más favorable para el trabajo asalariado”.

Trabajo asalariado y capital (1968).
Wage Labor and Capital . Traducido por James Leigh Joynes (1968).
Índice de la versión en inglés de Sakai Toshihiko .