La teoría del valor constituye una rama esencial dentro de la ética encargada del estudio de aquello que es positivo o negativo, términos que pueden definirse respectivamente como "valor" y "desvalor".
[3] Este ámbito de estudio también plantea la diferenciación entre valores intrínsecos y extrínsecos entendiendo los primeros como aquellos que son valiosos por sus propias características independientes de cualquier relación con otras entidades, y los segundos como aquellos que derivan su valor de factores externos como las relaciones o efectos que producen.
En cuanto a los receptores de valor, las teorías éticas sugieren que tanto las entidades subjetivas como las impersonales pueden recibirlo.
Asimismo, se ha argumentado que entidades colectivas como las naciones o incluso el universo en su totalidad pueden poseer valor.
La relación entre el valor positivo y el desvalor es un tema debatido intensamente, especialmente en las axiologías centradas en el sufrimiento que sostienen que la reducción del desvalor debe priorizarse por encima de la promoción del bienestar positivo.