Según la teoría marxista, es el siguiente al feudalismo y, en lo que implicaban los compromisos políticos de algunos marxistas, su lógica interna le conducirá a su desaparición y sustitución por el comunismo.
[1] Mientras que en la bibliografía no marxista el capitalismo suele definirse como un sistema económico, para el materialismo histórico el capitalismo es un modo de producción, es decir, un régimen o totalidad social.
Esta construcción intelectual es originaria del pensamiento de Karl Marx y deriva de la síntesis y crítica de tres elementos: la economía clásica inglesa (Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus), la filosofía idealista alemana (fundamental la dialéctica hegeliana) y el movimiento obrero de la primera mitad del siglo XIX (representado por autores que Marx calificaba de socialistas utópicos).
La apariencia libre del contrato entre capitalista y trabajador (que, según algunas teorías liberales, habría de ser individual y sin interferencias de negociación colectiva de sindicatos o legislación protectora del Estado) apenas enmascara la presión a la que está sometido este por la existencia de un ejército industrial de reserva, que es como Marx denomina a los desempleados que están dispuestos a sustituirle.
[cita requerida] La crítica marxista al capitalismo sostiene que este modo de producción contiene contradicciones inherentes que provocan las crisis cíclicas.