Revolución social

[3]​ La revoluciones sociales, pues, se caracterizan por haber transformado no solo el sistema político, sino también la sociedad, la economía, la cultura, la filosofía y la tecnología.

[5]​ Para el marxismo-leninismo, las revoluciones son el resultado necesario, sujeto a leyes, del desarrollo de la sociedad clasista.

En las épocas revolucionarias surgen nuevas ideas sociales que organizan y movilizan a las masas, de modo que quienes antes estaban fuera de la vida política, ahora se incorporan a la lucha consciente y, por tanto, se produce una gran aceleración del desarrollo social.

[10]​ En esa revuelta espontánea, que estableció una comuna libre para promover el federalismo y que abogaba por las relaciones contractuales, Mijaíl Bakunin vio "la primera manifestación brillante y práctica del anarquismo".

[12]​ En ese mismo sentido, Kropotkin escribió de que los comuneros intentaron primero consolidar la Comuna, posponiendo la revolución social, "mientras que la única forma de proceder era consolidar la Comuna mediante la revolución social".

[15]​ El sociólogo William H. Swatos afirmó que "el entusiasmo metodista transformó a los hombres y los llamó a reivindicar un control racional sobre sus propias vidas, al tiempo que proporcionaba, en su sistema de disciplina mutua, la seguridad psicológica necesaria para que la conciencia autónoma y los ideales liberales se interiorizaran; una parte de aquellos 'hombres nuevos' ... se regeneró por la prédica wesleyana".

[16]​ La práctica de la templanza entre los metodistas, así como su rechazo al juego, les permitió eliminar la pobreza secundaria y acumular capital.

[16]​ El historiador Bernard Semmel sostiene que "el metodismo fue un movimiento antirrevolucionario que triunfó (hasta donde lo logró), porque fue una revolución de un tipo radicalmente diferente", capaz de efectuar cambios sociales a gran escala.

Miliciana posa con un rifle sobre un cañón en Barcelona (1936). La Revolución social española de 1936 se caracterizó por la involucración de las mujeres en el ámbito político y militar, el anticlericalismo y el colectivismo autogestionario de industrias y explicaciones agrícolas.
Barricada de la Plaza Blanche, defendida por mujeres, durante la Semana Sangrienta.
Manifestación de obreros armados y la Guardia Roja en Petrogrado en 1917.
Milicianos republicanos fusilando la estatua del Sagrado Corazón, en el Cerro de los Ángeles (Getafe, Madrid ) La prensa del Frente Popular publicó en portada y en primera página las fotografías del "fusilamiento" y comentó favorablemente el hecho ("Desaparición de un estorbo").