Hijo del cardenal Alejandro Farnesio, fue condottiero en las guerras italianas en el bando imperial de Carlos V.
Murió asesinado por los nobles placentinos en una conjura organizada por el gobernador de Milán, Ferrante Gonzaga.
[15][16][b] La pareja fijó su residencia en su palacio de Valentano, donde nacieron sus cinco hijos:[4][5][17] Sin embargo fue públicamente conocida su afición por los varones jóvenes.
Eran los tiempos de las guerras italianas, una sucesión de conflictos surgidos a finales del siglo XV que involucraron a Francia, el Sacro Imperio Romano Germánico, España, Inglaterra, los Estados Pontificios y casi todos los pequeños estados en que se encontraba dividida Italia en aquella época.
Hacia 1525, buscando defender los derechos de su esposa contra sus familiares los Orsini, se alió con los Colonna, con quienes en 1526 participó en el asalto al Vaticano.
[31][32] En 1538 Carlos V separó Novara del Ducado de Milán y lo erigió en marquesado, concediéndolo a Pedro Luis.
Las dos ciudades (194 400 habitantes contando los territorios circundantes[46]) habían pertenecido históricamente al Ducado de Milán, feudatario del Sacro Imperio,[f] y tenían un gran valor estratégico y económico en la guerra con Francia, que había ocupado el Piamonte.
Prohibió la exportación de cereales sin licencia e impuso nuevas tasas sobre la sal y las caballerías.
[69] Carlos V manifestaba su intención de retomar Parma y Piacenza a su consuegro tras la muerte del anciano papa.
[74] Sin tropas ni dinero suficientes para tomar ambas ciudades por la fuerza, Gonzaga había intrigado con los nobles placentinos descontentos con el gobierno de Pedro Luis y había organizado en secreto una conjura cuyo protagonista principal era Giovanni Anguissola, que buscó la complicidad de Agostino Landi (a quien Andrea Doria ya había hecho una propuesta similar[75]), Luigi Gonfalonieri y los hermanos Girolamo y Alessandro Pallavicini de Scipione.
Los conjurados colgaron el cadáver de una ventana para que todos lo reconocieran, lo dejaron caer en el foso e improvisaron un breve arenga patriótica y libertaria denunciando los abusos del duque e intentando ganar para su causa a sus conciudadanos; los infantes comenzaron a abandonar la milicia dirigida por Terni, que tuvo que retirarse.
El domingo 11 los conjurados comparecieron públicamente para justificar su acción y propusieron entregar la ciudad al gobernador de Milán, tal como habían acordado con éste; Gonzaga llegó a Piacenza el lunes para tomar posesión de Piacenza.