Lansquenete (en alemán: Landsknecht, "servidor del país"; de «Land», tierra o país, circunscripción administrativa, y «Knecht», servidor, empleado público) es el nombre con que se designó a algunos mercenarios alemanes que operaron entre el siglo XV y el XVII.
Lucharían en casi todas las campañas militares del siglo XVI, a veces formando parte de ambos contendientes.
Esta flexibilidad es la que les permitía ser utilizados para diversas funciones según las condiciones de la batalla.
[5] El Oberste (equivalente a un coronel) era el encargado de reclutar al regimiento para el emperador.
Los reclutas debían cumplir unas condiciones para ser aceptados: tener armas propias, un jubón y calzado.
Estas grandes espadas podían ser utilizadas para destrozar las puntas de las picas del enemigo, o más probablemente para golpearlas de lado y desorganizar las filas y conseguir romper la línea enemiga.
Los ilustradores suizos ponían mucho cuidado en este aspecto, e indicaban que un mercenario era un lansquenete pintando esta espada junto a su dueño.
El calzón o batanga era ancho, largo y también acuchillado, a veces adornado con ligas de colores.
En su entrepierna llevaban una prenda que simulaba un pene erecto: la coquilla; símbolo de constante virilidad (utilizado también como monedero).
Solían usar una gran boina plana como sombrero, adornada con altas plumas de colores.