Menonitas en Rusia

Los menonitas del Vístula (y más tarde de Rusia) no deben confundirse con los anabaptistas amish, aunque ambos grupos rechacen o limiten las comodidades modernas (ver diferencias debajo).

De acuerdo a Lutero, esto representaba una corrupción inaceptable mediante la cual cualquiera podía hacer la aberración más grande que total la tapaba con dinero.

Aun así, Conrad Grebel, Felix Manz y otros asociados de Zuinglio no sintieron que la Reforma estaba yendo lo suficientemente lejos[7]​.

En los primeros tiempos, Menno Simons, originalmente un sacerdote católico, se enteró del movimiento anabaptista, los planteos le parecieron coherentes, y entonces comenzó a repensar su Fe.

Cuando el gobierno prusiano eliminó la exención del servicio militar por motivos religiosos, los menonitas remanentes en esa región también quisieron emigrar a Rusia.

En Fürstenland, hacia 1860 aproximadamente, algunos habían comenzado a modernizar la forma de cantar, introduciendo el "Choralbuch" (libro coral o himnario).

Un segundo impulso para emigrar fue la ley de asentamiento sancionada en Canadá, la cual prohibía la cooperativa agraria, justamente la forma en que viven los menonitas.

Por si fuera poco, la germanofobia que se dio en Canadá durante la Primera Guerra Mundial creó un clima aun más adverso.

Sin embargo, una vez en Buenos Aires, la comisión tomó contacto con las autoridades de México a través del embajador mexicano que trabajaba en la capital argentina.

Un segundo viaje del Volendam en 1947 llevó a Buenos Aires 1640 menonitas provenientes de Quebec, Canadá, los cuales también debieron radicarse en Paraguay.

El motivo es que allí también se asentaron más tarde los llamados menonitas de la antigua orden (en inglés: Old Order Amish).

Sin embargo, no mantuvieron su integridad étnica, fusionándose con la comunidad de una iglesia luterana fundada por algunos inmigrantes alemanes que también habían llegado al país y estaban radicados en una zona rural.

Dicha colonia mexicana había quedado próxima a la violenta Ciudad Juárez, donde la vida se les haría cada vez más difícil.

En su avance sobre tierras soviéticas, el ejército alemán logró salvar a varios miles de familias menonitas, las que así pudieron refugiarse en Alemania.

Esto tiene por fin que los jóvenes no se vayan al pueblo más cercano a divertirse en lugar de cumplir con sus tareas.

Los continuos viajes al pueblo llevarían a que los jóvenes se enfocaran en otras personas y los matrimonios mixtos acabarían con la colonia en menos de 1 generación.

Entonces, si bien los jóvenes tendrán la posibilidad de quedarse en la colonia o irse (no están secuestrados), se busca minimizar las tentaciones.

Por ejemplo, algunos menonitas adultos pagan para que otra persona tenga un teléfono celular a su nombre y ellos puedan usarlo en caso de necesidad.

Los menonitas no solo se dedican a los trabajos del campo, ya que al ser autosuficientes, también cubren las otras áreas necesarias para el funcionamiento de la colonia.

En simultáneo, como sus familiares tampoco cobrarán pensiones, necesitan trabajar aun más para prever situaciones de necesidad, catástrofes, etc.

La antropóloga Ruhama Pedraza, quien vivió un año con los menonitas para una investigación de campo, explica que entre esos asentamientos se puede observar dos grandes grupos: los conservadores y los liberales.

[26]​ No todos los menonitas étnicos o sus descendientes viven apartados del resto de la sociedad conservando su idioma y tradiciones.

Las principales iglesias menonitas de las Américas, por tanto, no representan a estas personas como grupo étnico, algo que mucha gente ignora.

Cambiaron su modo de vestir, incorporaron más tecnologías, etc. Algunos menonitas no lo vieron bien, preguntándose entonces para qué habían abandonado Canadá en su momento.

Si bien esto llevó a que algunos se fueran de Paraguay, la mayoría acompañó la modernización porque fue una decisión tomada por la propia comunidad (no una imposición desde afuera).

Esta posibilidad de rebelarse sin por ello perder todos los lazos con su comunidad solo la tienen cuando los asentamientos menonitas son lo suficientemente numerosos.

Por esta razón, para los menonitas expulsados de las colonias más tradicionales, es muy importante tener otras colonias menonitas donde ir, no necesariamente ya por motivos religiosos, sino por el aspecto étnico, es decir, la posibilidad de volver a compartir con su gente, personas que hablen el bajo alemán, hayan tenido una historia similar para comprenderse y apoyarse, hagan sus mismas comidas, etc.

Solo una minoría de todos los amish que emigraron a Estados Unidos se mantuvo aislada, formando dicho grupo étnico.

En cambio, las amish suelen llevar un rodete tirante y una kapp (también llamada prayer covering), una especie de cofia, lo que refuerza su aspecto más severo o estático.

Más concretamente, la confusión surge porque, a lo largo del tiempo, una sola palabra ha sido usada para referir dos cosas distintas (religión y etnia).

Familia menonita en Campeche , México.
Vista aérea parcial de 3 "campos" (o Dörfer ) de Colonia La Nueva Esperanza en el Departamento Guatraché , Provincia de La Pampa , Argentina . En el centro se observa el "Campo 4" con las viviendas ubicadas a lo largo de su calle central.