Alemanes de Rusia

Y Deutsche, el único adjetivo gentilicio que contiene el término, significa "alemanes".

Un grupo de artesanos y comerciantes alemanes y holandeses se establecieron en el Cuartel Alemán de Moscú (Немецкая слобода, o Nemétskaya Slobodá), proporcionando conocimientos técnicos esenciales en la capital.

Pedro El Grande se vio muy influido por la comunidad ubicada en el barrio alemán, y se cree que gran parte de sus esfuerzos para transformar Rusia en un Estado europeo más moderno tienen su origen en la experiencia que tuvo con los asentamientos de alemanes en Rusia.

A fines del siglo XVII, los extranjeros ya no eran poco frecuentes en las ciudades rusas, y el barrio alemán había perdido su carácter étnico a finales de ese siglo.

El río Vístula fluye de sur a norte, desemboca en el mar Báltico cerca de Danzig (actual Gdansk), y los alemanes se asentaron en este valle fluvial a partir del mar Báltico, llegando más al sur con el tiempo.

Pero en 1815 el ducado se dividió con Posen-Prusia Occidental una vez más, pasando a formar parte de Prusia.

Los alemanes del Báltico también fueron el blanco de los movimientos nacionalistas letón y estonio.

Casi inmediatamente después se fundaron varias colonias en la parte baja del río.

Estas primeras colonias fueron atacadas durante el levantamiento de Pugachov, que se centró en la zona del Volga, pero sobrevivieron a la rebelión.

La inmigración alemana fue motivada en parte por la intolerancia religiosa y la guerra en la Europa Central, así como por difíciles condiciones económicas.

Las minorías religiosas encontraron estos términos muy aceptables, especialmente los menonitas del valle del Vístula, región que había caído en manos de Prusia durante la Primera partición de Polonia.

La colonización alemana fue más intensa en el bajo Volga, aunque también se dirigieron a otras zonas, como la que rodea al Mar Negro (por entonces parte del Imperio ruso), que recibió muchos inmigrantes alemanes (alemanes del mar Negro), y la parte inferior del río Dniéper, en torno a Ekaterinoslav (ahora Dnipró) y Aleksándrovsk (ahora Zaporizhia), que se vieron favorecidas por los menonitas.

En última instancia, el Zar impuso requisitos mínimos de financiamiento a los nuevos inmigrantes alemanes, que les exigían o bien tener 300 Gulden en efectivo, o aptitudes especiales con el fin de llegar a Rusia.

Las particiones de Polonia a fines del siglo XVIII dividieron al Estado polaco entre Austria, Prusia y Rusia.

Ya había muchos alemanes viviendo en la parte polaca transferida a Rusia desde la Edad Media y desde migraciones posteriores.

Las áreas de colonización alemana se expandieron incluso en Ucrania hasta bien entrada la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, Rusia cambió sus políticas y comenzó un proceso de rusificación forzoso.

Esto provocó que varios contingentes empezaran a emigrar hacia Canadá, Estados Unidos, Brasil y Argentina.

Solo bajo la Perestroika los alemanes que habían sobrevivido pudieron retornar a la península.

Aunque los propios nobles les ofrecieron ciertas ventajas para el traslado, los alemanes de Volinia no recibieron ninguna facilidad fiscal ni tampoco la excepción del servicio militar que recibieron los alemanes de otras regiones.

Otra gran diferencia entre los alemanes aquí y en otras partes de Rusia es que los otros tendieron a asentarse en comunidades más grandes.

Se establecieron en tres aldeas (Pijtinsk, Sredne-Pijtinsk y Dagnik) en lo que hoy es el distrito Zalarinski del óblast de Irkutsk, donde llegaron a ser conocidos como los "holandeses del Bug".

Aparentemente, debieron dejar de usar el alemán y en su lugar hablaban ucraniano o polaco, y utilizaban Biblias luteranas que habían sido impresas en la Prusia Oriental, en polaco, pero en escritura gótica.

Sus descendientes, quienes todavía tienen nombres alemanes, continúan viviendo en el distrito en el siglo XXI.

La anarquía que generó la guerra civil rusa fue devastadora para muchas comunidades de alemanes, en particular para los disidentes religiosos, como los menonitas.

Las iglesias cristianas de los alemanes, al igual que casi todas las afiliaciones religiosas en Rusia, fueron reprimidas sin piedad bajo Stalin.

[2]​[3]​[4]​[5]​[6]​[7]​ Las hostilidades hacia los alemanes venían desde antes; estos incluso fueron alcanzados por las políticas de hambrunas forzadas (Holodomor) del régimen y previo a eso se les había sometido a políticas agresivas de rusificación.

La Perestroika abrió las fronteras del país y eso facilitó la emigración de muchos sobrevivientes alemanes desde la Unión Soviética a Alemania, su patria ancestral.

Sin embargo, ninguna de sus propiedades confiscadas, desde entonces habitadas por rusos, les han sido devueltas hasta la actualidad.

No obstante, ninguno de sus derechos les ha sido restituido hasta la actualidad.

Aldea alemana Streckerau , 1920, hoy denominada Novokámenka , en la Oblast de Sarátov , Rusia