La compra del feudo de Bassano di Sutri, cerca de Roma y Viterbo, le dio derecho a este título, tras concesión del papa Pío VIII.Los rumores y la historiografía tradicional favorable al reinado de Fernando VII lo atribuían al favor de la reina María Luisa y a su presunta relación amorosa: belleza e inteligencia fueron las virtudes que la soberana apreció en su protegido, y la idea que llegó a forjarse del talento político de Godoy logró infundírsela también a su esposo.Ante estos acontecimientos, el rey llamó a gobernar a Godoy, un hombre libre de las influencias y relaciones con Floridablanca o con el partido aragonés de Aranda.Algunas reformas emprendidas por Godoy tienen como fin limitar o controlar el poder de la Alta Nobleza.Yo diré pocas cosas sobre esto, y observaré el decoro que requiere su memoria, como conviene entre españoles».Admite la posibilidad de amores con María Luisa, pero les da una importancia secundaria.Godoy ganó la partida a Aranda, partidario del cese de la lucha, por lo que fue desterrado.Finalmente, Godoy palpaba la hostilidad creciente hacia su persona y al temer la caída, como se manifestó por la fracasada conspiración de Malaspina, pensó que aliándose con el Directorio acallaría los últimos devaneos republicanistas surgidos en España, lo que le atraería, todavía más si cabe, el agradecimiento de sus augustos señores.Entretanto, Godoy reanudó las políticas reformistas pero no pudo disminuir su desprestigio.Redujo los monopolios gremiales, apoyó la ley agraria, suprimió algunos impuestos, liberalizó los precios de las manufacturas e, incluso en 1797, reunió un gobierno integrado por lo más granado de la Ilustración española, la mayoría del cual ya había desempeñado puestos relevantes con Carlos III.Si bien el resultado no satisfizo a Napoleón, necesitado de una tregua, acabó por firmar la Paz de Amiens con Inglaterra (1802), por la que España recobró Menorca, perdida durante la contienda, y cedió la isla Trinidad (actual Trinidad y Tobago) a los británicos.Entonces Godoy se dio cuenta de que su privanza tocaba a su fin.El príncipe de la Paz se plegó entonces a las exorbitantes exigencias napoleónicas, mientras el francés fingía creer en la sinceridad de Godoy y se aliaba con los partidarios del príncipe Fernando.Un ejército francés entraría en España camino de Portugal, al que seguiría otro español.Poco antes de la ratificación del tratado, tropas francesas franquearon los Pirineos con el beneplácito de Godoy, que confiaba en lo pactado, y del príncipe Fernando, que aproximado a Napoleón para hacer caer al favorito, había intentado, sin conseguirlo, emparentar con el emperador, al enviudar de la princesa María Antonia.Entonces Napoleón exigió un camino militar hasta Portugal o la línea del Ebro como frontera con Francia.Allí se encontró también con sus señores y con su enemigo Fernando; ni padre ni hijo eran ya reyes por haber hecho cesión de sus derechos sobre la Corona española a la dinastía Bonaparte, en las abdicaciones de Bayona.Carlos IV, hombre del antiguo régimen, no podía concebir la traición de su hijo en El Escorial (aunque la perdonó) o en Aranjuez (que le costó la corona) y tampoco podía concebir que el emperador de los franceses le hubiera engañado sin hacer ningún honor a su palabra, y sometiendo España a la destrucción, la sangre y el fuego.Se dice que por no seguir un comportamiento semejante, que implicaba engaño, Carlos IV había retrasado indefinidamente la expansión de España en el norte de África.La corte estaba en Aranjuez, por lo que poca justificación política tenía el asalto a las casas de Madrid.Después, Marsella, donde vivieron junto a su numeroso séquito más de tres años.Pocos días después, el 19 de enero del mismo año, murió Carlos en Nápoles, adonde había viajado invitado por su hermano.[10] Fernando VII, ya rey de España, persiguió a Godoy constantemente.Poco antes murió en París su esposa legítima, que fue enterrada en Boadilla del Monte, y Godoy se apresuró a regularizar su unión con Pepita Tudó, aunque finalmente ésta se trasladó a Madrid para seguir de cerca los procedimientos judiciales y sus intereses en España y nunca volvió junto a él.Pepita Tudó murió en Madrid y está enterrada en la Sacramental de San Isidro.Son un documento indispensable para conocer las acciones de gobierno y los principios que las impulsaron.Transcurrido un año sin que nadie reclamase su cadáver, uno de sus últimos banqueros compró un reducido espacio en el cementerio del Este, conocido hoy como Père-Lachaise, a donde se le trasladó y permanece, al pie de una sencilla lápida con su retrato.Sin embargo, los últimos estudios sobre Godoy, a partir del año 2001, empiezan a transmitir una imagen y valoración más positivas, mostrando cómo la propaganda napoleónica manipuló y tergiversó la realidad para poner al pueblo en contra de Godoy y de los reyes, y cómo se unió más tarde a ella la propaganda negativa, y más duradera, del repuesto Fernando VII, que había considerado siempre a Godoy, especialmente desde el acceso de este al principado, como un peligroso rival.Parece que fue él quien encargó a Goya las famosas Majas (Museo del Prado).
Manuel de Godoy (1792), por
Francisco Bayeu
, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Busto idealizado de Godoy, por
Juan Adán
(1794,
R.A.B.A.S.F.
). Es retratado como un
emperador romano
, intentando reflejar con ello el gran poder político y militar que tenía entonces.