Literatura en gallego

Con el rexurdimento, desde principios del siglo XIX, la literatura en gallego vuelve a cultivarse y surgen así nombres fundamentales como Rosalía de Castro.Ya en el siglo XX, antes de la guerra civil tienen especial importancia grupos de intelectuales como la Generación Nós y las Irmandades da Fala, en los que se integran escritores como Vicente Risco, Ramón Cabanillas y Castelao.Durante la época medieval la producción literaria de Galicia y Portugal era realizada en un idioma común que se conoce convencionalmente con el nombre de galaico-portugués o portugués medieval (término más frecuente en Portugal).Se distinguen dos tradiciones: una profana (conocida como lírica gallego-portuguesa) y otra religiosa, materializada en las Cantigas de Santa María.La Cronica troiana La historiografía gallega tien sus inicios, como es natural, relacionados con Alfonso X, quien aun habiendo apostado por el castellano como lengua de cultura, promovió la traducción a otras lenguas peninsulares de varios textos.El gallego pasó a tomar una posición periférica, tanto con respecto al portugués, lengua oficial y protegida de un reino, como del castellano, cuya nobleza había sustituido a la nobleza gallega desde finales del siglo XIV.La literatura en gallego entrará en una época de estancamiento en el que prácticamente no hay creación literaria en la lengua.La literatura en gallego renació en la segunda mitad del siglo XIX, el llamado Rexurdimento, con literatos como Rosalía de Castro, Eduardo Pondal, Curros Enríquez y otros.Literariamente, el papel renovador le correspondió a Ramón Cabanillas, considerado como la síntesis y superación definitiva del Rexurdimento, al acoger lo más valioso del romanticismo y actualizar al mismo tiempo la poesía gallega.Monografía dunha parroquia ourensán (1925-1935; publicada en 1969) de Xosé Ramón Fernández-Oxea, más conocido por su pseudónimo Ben-Cho-Shey.Como figuras centrales de la literatura gallega del momento hay que citar a Vicente Risco, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y Ramón Otero Pedrayo.No obstante, el triunfo correspondió a las propuestas más moderadas, en forma de dos corrientes literarias concretas: el hilozoísmo y el neotrovadorismo (Álvaro Cunqueiro).Por otro lado, se inicia en Hispanoamérica ya desde 1940 una fecunda actividad intelectual en gallego por parte de los escritores exiliados.La poesía gallega durante el franquismo arranca varios años después del fin de la guerra.Los poemarios que abren la nueva etapa se publican ya en 1976 y son Con pólvora e magnolias, de Xosé Luís Méndez Ferrín, y Mesteres, de Arcadio López-Casanova; culturalismo y denuncia en el primero, e innovaciones formales en el segundo, son rasgos suficientes para inaugurar una nueva época, aunque su influencia en otros escritores fue más bien discreta por su excepcionalidad.Por lo demás, en los ochenta existen también voces sin una adscripción clara que, en algunos casos, habían empezado su trayectoria ya en los setenta, como es el caso de Darío Xohán Cabana, que evolucionó desde el socialrealismo (abandonado progresivamente por la mayor parte de los autores) a un cierto clasicismo formal.En este sentido, hay, en primer lugar, un progresivo protagonismo del discurso feminista/femenino en la poesía de la época: autoras como María Xosé Queizán, Chus Pato, Marta Dacosta, Yolanda Castaño, María Lado, Olga Novo, etc., no solo se enfrentan a una radical deconstrucción del discurso poético tradicional sino que incorporan las nuevas inquietudes y el nuevo papel de la mujer contemporánea a los asuntos de su poesía.En tercer lugar, determinados autores (especialmente, Antón Reixa) afrontan una revolución formal en forma de experimentalismo posmoderno, incorporando a la poesía recursos propios del ámbito audiovisual.Por último, existe una tendencia denominada poesía del conocimiento que apuesta por el trascendentalismo temático y una forma muy trabajada desde un punto de vista más clásico; forman parte de esta corriente poetas como Miro Villar o Martín Veiga.Aparecen también autores como Concha Blanco que crean una literatura principalmente infantil, aunque también abordan otros ámbitos.Esta autora consigue cierto renombre al conseguir un Accésit en el Premio Lazarillo en 1997 por la obra ¡A mí que me importa!A Roberto Vidal Bolaño, prematuramente fallecido en 2002, la Real Academia Gallega le dedicó el Día das Letras Galegas del año 2013.Ciertos escritores, como Antón Reixa, Xosé Carlos Cermeño y Roberto Salgueiro, apostaron por su parte por un teatro lúdico e iconoclasta, más atento a su posible representación escénica.Estas primeras tentativas de acercar los textos a los escenarios verán consolidadas sus expectativas en los años noventa; básicamente, se aprecia una revalorización del autor que al mismo tiempo es director, dramaturgo y traductor, y un interés incesante por las técnicas de montaje teatral.
Trovadores en una miniatura del Cancionero da Ajuda (siglo XIII ).