Formó parte de las generaciones de escritores que, comprometidos con la lengua gallega durante el franquismo, contribuyeron a normalizar la literatura gallega tocando todos los géneros.
En Radio Ferrol dirigió en 1956 su primer programa destinado a mujeres, Teresa.
A propuesta de Xosé Luís Méndez Ferrín y Salvador García-Bodaño ingresó en la Real Academia Galega.
Como poeta está integrada en la denominada Xeración das Festas Minervais; como escritora dramática en el Grupo de Enlace; como narradora, los críticos discutieron si su novela Adiós, María formaba parte o no de la nova narrativa, concluyendo que, efectivamente, con esta obra se adscribe a este movimiento renovador.
En 1980 recibió el Premio de la Crítica gallega por el poemario Estacións ao mar.