Políticamente, representaron la superación del regionalismo en favor de un nacionalismo más explícito.
Culturalmente, asumieron por primera vez el monolingüismo en gallego y llevaron a cabo iniciativas normalizadoras del mismo, impulsando la generalización de su uso en todos los ámbitos sociales y culturales.
Pero con una perspectiva más amplia que incluía el propósito de regenerar globalmente a Galicia.
En estas agrupaciones locales se fueron integrando personalidades como Aurelio Ribalta, Manuel Banet Fontenla, Antonio Noriega Varela, Ramón Cabanillas o Xoán Vicente Viqueira.
El 14 de noviembre apareció su órgano oficial, A Nosa Terra, íntegramente en gallego, contando desde el principio con 2000 suscriptores.
[2] La II Asamblea Nacionalista tendría lugar en 1919 en Santiago de Compostela, mientras que la III sería en Vigo en 1921.
Entre 1929 y 1930 se produce la reorganización de las Irmandades que culmina en la VI Asamblea Nacionalista en La Coruña en 1930.
Antón Villar Ponte, traductor y autor teatral, fundará junto con otros intelectuales en 1919 el Conservatorio Nazonal de Arte Galego con el objeto de renovar estética y técnicamente el teatro gallego.
El proyecto, como resultado de diversas disputas entre renovadores y tradicionalistas, acabó en apenas un año, aunque en 1922 propició que se pudiese crear la Escola Dramática Galega, si bien se desarrolló como simple continuadora del teatro regionalista.