Ambos entraron en contacto con el federalismo y el nacionalismo a través de Vicente Risco.
En 1926 recogió ocho relatos ya publicados en Dos arquivos do trasno y con su lectura ingresó, en 1927, en el Seminario de Estudos Galegos.
En ese mismo año y hasta 1928, estuvo en Londres junto con su hermano Eduardo que era cónsul general del Uruguay en dicha ciudad.
Así, en 1932 se trasladó a Madrid con el propósito de iniciar su carrera como escritor.
Escribió obras de circunstancias, como Al amanecer, obra en un acto con la que estrenaron Rafael Alberti y María Teresa León la sección «Nueva Escena» en el Teatro Español, y el Nuevo retablo de las maravillas (1937), basado en el entremés de Cervantes, en el que solo pueden ver las peripecias y figuras del retablo «los que no estén tocados de marxismo, sindicalismo, anarquismo y demás plagas».
Después de breves estancias en Francia, Países Bajos y Uruguay, se estableció en Buenos Aires, donde trabajó como director literario en la Editorial Atlántida.
Composición musical inspirada en el poema "Si tú no importas" perteneciente a la obra poética Rojo farol amante de Rafael Dieste.
[2][3][4] Manuel Aznar Soler publicó en dos volúmenes su Teatro en Laia, 1981, con huellas de Luigi Pirandello, Miguel de Unamuno y Ramón María del Valle-Inclán); más tarde fue poeta, con Rojo farol amante (1933), «epifanías», según Javier Alfaya, del 27, con huellas de Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre y hasta Pedro Salinas, aunque empezó antes publicando relatos en gallego, Dos arquivos do trasno: contos do monte e do mar (1926), donde la fantasía y el misterio arrancan a las letras gallegas de su ruralismo de entonces.