Lenguaje

Los seres humanos desarrollan un lenguaje simbólico complejo que se expresa con secuencias sonoras y signos gráficos.

Aunque casi hasta finales del siglo XX se establecía taxativamente una diferencia absoluta entre el lenguaje humano y la comunicación animal, la acumulación de gran cantidad de estudios[cita requerida] (especialmente etológicos) sugieren que muchos animales no humanos, especialmente con áreas cerebrales corticales desarrolladas (bonobos, chimpancés y otros primates, así como cetáceos —especialmente delfinidos—, aves —especialmente loros, cuervos, palomas—, elefantes, perros, gatos, equinos, etcétera) poseen formas de comunicación bastante más complejas, y más cercanas al lenguaje humano que lo supuesto por Iván Pávlov y los reflejos condicionados o los conductistas anglosajones, que reducían las actividades psíquicas a un mero circuito reflejo mecanicista de estímulo-respuesta.

Entre los rasgos más definitorios están la arbitrariedad (de la relación entre el signo y el significado, Ferdinand de Saussure), la productividad (que permite producir nuevos mensajes nunca antes realizados) y la estructura jerárquica (según la cual, las lenguas humanas poseen reglas o principios sintácticos y gramaticales, por lo que las producciones no son aleatorias).

[aclaración requerida] Paralelo al lenguaje verbal, y existente ya en animales no humanos, se debe siempre tener en cuenta al lenguaje paraverbal caracterizado por la mímica, los gestos, las muecas e incluso las expresiones corporales, especialmente faciales, de origen instintivo: por ejemplo la casi vegetativa e instintiva expresión facial de asco puede mímicamente transformarse en expresión ya intencionada de disgusto o cólera.

La capacidad humana para el lenguaje, tal como se refleja en las lenguas naturales, es estudiada por la lingüística.

Por el contrario, cualquier idioma por el hecho de no ser una lengua muerta, y formar parte de las lenguas vivas o modernas, está sufriendo continuamente reajustes que acumulativamente son los responsables del llamado cambio lingüístico.

La transición entre las lenguas dentro de la misma familia lingüística a veces es progresiva (ver dialecto continuo).

Hay quienes hacen un paralelismo con la biología, donde no es posible hacer una distinción bien definida entre una especie y la siguiente.

Al parecer en el lenguaje humano es fundamental la posibilidad de la metáfora (substituir una imagen -especialmente una imagen acústica- por otra merced a una semejanza aunque no haya relación de contigüidad) tal cual lo demuestra Roman Jakobson al estudiar las afasias usando los criterios de sintagma y metonimia establecidos por Ferdinand de Saussure: unas afasias serían metonímicas o sintagmáticas y otras serían metafóricas o paradigmáticas; Jakobson observa la coalescencia entre esto y la tesis propuesta por Sigmund Freud de deslizamiento y condensación en la actividad onírica, respectivamente y Lacan en sus estudios parece comprobarlo al considerar que lo inconsciente está estructurado como un lenguaje, donde una metáfora paterna es fundamental para establecer al sujeto desalienado de la máscara o persona que es el imaginario ego, a partir de esto según estas opiniones es que el Homo sapiens está capacitado para tener un principio de realidad y un lenguaje articulado coherente y altamente heurístico en una «cadena metonímica».

En cambio, según Lacan, los animales no humanos existentes se encuentran restringidos a lo imaginario aunque lo imaginario -y por ende el lenguaje- de los animales no humanos, según Lacan, se corresponden con lo real en lugar del apego a la en parte ficcional o eidética realidad en que se desempeña el animal humano; esto es: los animales inteligentes no humanos parece que tienen lenguajes aparentemente no articulados que se corresponden con lo fáctico del ambiente en que viven, mientras que los humanos, al oscilar entre los registros de lo imaginario y lo real, a través del registro de lo «simbólico» (o «lenguaje simbólico humano»), pueden caer en fantasías; sin embargo, las fantasías les permiten ingenio y una alta capacidad de adaptación evolutiva mediante la inventiva que tiene por principal medio precisamente al lenguaje simbólico.

[9]​ Por otra parte, Chomsky ha teorizado que la estructura del lenguaje humano se basa en sintagmas verbales y sintagmas nominales; luego, según el mismo Noam Chomsky (2015), el lenguaje humano es principalmente genético; los niños (cualquiera sea su sexo) poseen la capacidad innata del lenguaje verbal sin previa información externa (que no esté) ya en el genoma humano; por ejemplo, a los 2 años de nacido, un infante puede aprender una nueva palabra durante cada hora de vigilia, tal capacidad habría surgido hace 70 000 años;[13]​ en todo caso para lograr plena competencia lingüística (más allá de las opiniones de Chomsky), el ser humano debe estar bien nutrido por lo menos en el primer año de su vida (alimentado principalmente con proteínas) y estimulado de un modo dialógico por otros humanos en sus primeros 4 años de vida.

Por ello podemos absorber, almacenar y comunicar una cantidad de información prodigiosa acerca del mundo que nos rodea.

[18]​ La neurolingüística es el área disciplinar dependiente de la neuroanatomía que se preocupa por la computación cerebral del lenguaje humano.

Muchos animales diferentes usan estas señales, que se pueden encender y apagar en un instante, aunque por lo general son útiles en determinadas horas del día.

Por ejemplo, una de las garras del cangrejo violinista macho es mayor que la otra, tiene colores fuertes y la sacude para atraer a las hembras.

El lenguaje puede ser estudiado según cuatro dimensiones o aspectos diferentes que definen características propias de su naturaleza: Las personas se comunican por distintos motivos: en algunas ocasiones, solo pretenden transmitir información de manera objetiva; en otras, manifiestan sentimientos u opiniones, o pretenden influir en los demás.

[5]​ Las diversas finalidades comunicativas pueden sistematizarse, teniendo en cuenta los elementos de la comunicación, en las funciones del lenguaje.

[5]​ El lenguaje se usa para trasmitir una realidad, ya sea afirmativa, negativa o de posibilidad, un deseo, una pregunta, una orden y más.

Dependiendo de cómo utilicemos las oraciones, podemos distinguir diferentes funciones en el lenguaje: Siempre se debe considerar al lenguaje como un subconjunto de la información, por ejemplo en tal caso Léon Brillouin publicó en 1959 Science et théorie de l'information (versión en inglés editada por vez primera en 1962) donde son examinadas las relaciones entre estas dos disciplinas.

Algunas de las áreas cerebrales asociadas con el procesamiento del lenguaje (normalmente ubicadas en el córtex y neocórtex o corteza cerebral del hemisferio izquierdo del cerebro del Homo sapiens )( Área de Broca (azul), área de Wernicke (verde), circunvolución supramarginal (amarillo), circunvolución angular (naranjado), corteza auditiva primaria (rosado)).
Áreas del lenguaje
Proceso del habla
Lenguaje oral