Un problema diferente es el origen filogenético de las lenguas humanas, este problema ha sido abordado principalmente dentro de la lingüística histórica y las principales hipótesis son la Monogénesis y poligénesis lingüística.
La hipótesis poligenética sostiene que, si bien los humanos tenían capacidad para el lenguaje, este apareció en diferentes grupos de humanos más o menos por la misma época.
De hecho, en el siglo XIX, el debate llegó a ser tan enconado, persistente y repetitivo que, en 1866, la Sociedad Lingüística de París decidió prohibir el tema, aludiendo que todas las teorías al respecto eran tan contradictorias entre sí que jamás se podría llegar a un acuerdo.
Así, el problema del origen del lenguaje quedó suspendido por casi un siglo, siendo luego revivido con la esperanza de que los avances en genética, psicología evolutiva, lingüística y antropología fueran capaces de dar una respuesta.
Si bien en el siglo XIX las discusiones fueron meramente especulativas, por falta de evidencias científicas sólidas, los avances en genética, lingüística comparativa y otras áreas hicieron resurgir el debate en el siglo XX sobre bases más sólidas.