La monogénesis y la poligénesis lingüísticas son dos hipótesis alternativas sobre el origen filogenético de las lenguas humanas.
Más modernamente Greenberg y Ruhlen, partidarios de la monogénesis, sostienen que en las lenguas modernas existen suficientes evidencias para reconstruir parte de la lengua originaria o protomundo o protosapiens.
Sin embargo, esta afirmación ha sido muy controvertida y las reconstrucciones practicadas por Ruhlen son frecuentemente descalificadas.
La hipótesis monogenética siempre ha encontrado mucha discusión y realmente existe poca evidencia lingüística sólida en su favor.
Según esta hipótesis, hubo brotes lingüísticos independientes en cada lugar donde se iban estableciendo humanos sin tener previamente ningún habla.