La intervención irá encaminada básicamente a aumentar su discriminación auditiva, mejorar su voz o corregir los fonemas alterados e implantar los inexistentes.
Si nos referimos a anomalías o malformaciones de los órganos del habla: labios, lengua, paladar, etc. se les llama disglosias.
De acuerdo a las fuentes consultadas acerca del tema principal dislalia, que se refiere al trastorno en la articulación de algunos fonemas, no está ligada a una enfermedad del cerebro sino más bien al contexto social en el que el sujeto crece.
Por lo otro lado, cuando el individuo está aprendiendo una segunda lengua el trastorno se hace evidente y puede llegar a ser más perjudicial o por el contrario benefactor de dicha situación, por ejemplo, cuando se está aprendiendo francés, algunas veces al no pronunciar bien la “r” en español, en francés podría llegar a ser benefactor.
[3] En el español los fonemas más afectados por la dislalia son "r", "rr", "f", "l", "bl", "kl", "gl", "fl", "pr", "br", "tr", "dr", "kr" y "gr".
Así mismo, dentro de la dislalia perceptiva puede presentar un problema más complicado, ya que este no es un déficit meramente articulatorio, si no también discriminativo, ya que el niño suele eludir ciertos fonemas que en su L1 no se presentan, pero en la L2 si, como también, afectaría su comprensión al cambio de articulación de ciertos fonemas en la lengua materna a la L2, así que, el niño o niña podría presentar dificultades en la expresión como en la comprensión y esto podría traer como consecuencia la pérdida de mucha información.
Así mismo, al ocurrir este cambio sintácticamente, muchas veces el niño o niña no recibe la información completa y se queda con una visión muy general del mensaje transmitido, que luego no será capaz de analizar.
Este se debe a las dificultades en los procesos centrales, tanto léxicos como sintácticos, es decir los déficits que se presentan tanto en la lectura (comprensión lectora) como en la escritura, estos problemas se presentan por las diferencias estructurales de la L1 a la L2 (en este caso español e inglés), de igual forma, este presenta ya que el método más utilizado en la enseñanza de lecto-escritura es el fonético, puesto que sus grafemas no son suficientes.
Dentro de la conversión fonema-grafema que permite escribir muchas palabras en español, este puede asegurar una escritura correcta ya que cada segmente fonológico corresponde a una opción grafémica, en el caso del inglés es difícil explicar la escritura, ya que un segmente fonológico puede corresponder a varias opciones grafémicas.
Así pues, un niño o niña que este acostumbrado a hacer esta conversión cometerá muchos errores en lectura y escritura, y de igual forma, si el niño presenta el trastorno fonológico, la dificultad se resaltaría en su presentación de los fonemas, ya que esta se deficitaria y al momento de aprender una L2 esto llevaría consigo problemas aún mayores.
Asimismo, dentro de esta se pueden distinguir 3 niveles: perceptivo, organizativo y productivo.
Los niños que poseen esta patología del lenguaje tienden a presentar características tales como, tensión, inseguridad, además de que, son niños que pueden ser más propensos a perder el control y difícilmente pueden entablar una relación con los demás niños de su entorno social o escolar.
Igualmente, se pueden encontrar en el niño factores tales como, la facilidad a perder el control emocional; los niños con dislalia presentan dificultad para asociarse con los demás, se muestran inhibidos, manifiestan ansiedad (al ser conscientes de la patología que padecen, tienden a comportarse con características de ansiedad) tensión e inseguridad, dichos factores ayudan en el desarrollo de la dislalia.
Diagnóstico de la dislalia infantil A un niño le diagnostican dislalia cuando se nota que es incapaz de pronunciar correctamente los sonidos del habla, que son vistos como normales según su edad y desarrollo.