Rodolfo Menéndez de la Peña propuso la etimología más aceptada acerca del origen del nombre de la localidad,[15][16] esta argumenta que el asentamiento se llamó en un principio «x píit há», que literalmente significa «poca agua» en el idioma maya.
[9][23] El cuerpo del escudo es un triángulo equilátero dividido en tres cuarteles.
[44] A finales del siglo XIX, Olegario Molina, considerado el personaje más conspicuo de la denominada casta divina, adquirió grandes extensiones de terreno para la explotación agrícola.
[50] En 1905 se construyó el ramo del ferrocarril hacia la población,[51] luego, el 3 de noviembre de 1907 llegó por primera vez un transporte de este tipo;[52] las vías férreas facilitaron la comunicación con Mérida y permitieron la exportación del maíz espiteño hacia el interior del país.
Sin embargo, solo 3936 personas se encontraban ocupadas, siendo 3098 hombres y 838 mujeres.
[76] El sector primario engloba a la agricultura, la pesca y la ganadería.
Este sector ocupaba al 59% de la población económicamente activa del municipio en el año 2000.
[82] La mayor parte de las actividades primarias son desarrolladas por productores locales.
Este sector ocupaba al 18% de la población económicamente activa del municipio en el año 2000.
[87] El sector terciario engloba todas aquellas actividades económicas que no producen bienes materiales de forma directa, sino servicios que se ofrecen para satisfacer las necesidades de la población.
Este sector ocupaba al 23% de la población económicamente activa del municipio en el año 2000.
Existen edificaciones sin mantenimiento y no aptas para visitarse como el antiguo Hotel de la familia Peniche o las haciendas Santa Cruz Regadío, San Vicente y Actunkú.
Actualmente la villa cuenta con algunos lugares de hospedaje, entre los que destacan Hacienda Kankabá y Casona Los Cedros.
[88] La Hacienda Kankabá, junto con el cenote que abastecía a la antigua finca, han sido remodelados para su uso como parador turístico y para hospedaje.
[90] La comunicación terrestre con Sucilá esta permitida gracias a la carretera estatal número 33, la cual se encuentra construida con asfalto revestido, con una capacidad de dos carriles, y tiene un ancho de 6 metros.
[91] Existe un camino que une a la villa con Tizimín, actualmente en calidad de brecha, no transitable por vehículos; este camino permitiría la comunicación de Tizimín con Pisté y Chichén Itzá en línea recta.
La comunicación Mérida y Valladolid se realiza principalmente mediante autobuses.
El transporte a localidades cercanas se realiza principalmente por furgonetas.
Un medio de transporte arraigado a la comunidad es el "mototaxi" o "tricitaxi".
( Altan Redes trabaja con OVM's como son: (DIRI, Bait, Netwey, Axios Mobile, Etc; para poder llegar a los usuarios finales).
Las compañías AT&T, Movistar, Unefón y demás solo funcionan en el municipio a base de Roaming, usando las antenas e infraestructura de Telcel a una velocidad reducida.
[114] Durante 1915, bajo el gobierno estatal de Salvador Alvarado, la iglesia fue convertida en cuartel militar, por lo que se suspendieron los actos religiosos.
La imagen del Niño Dios —santo patrón del pueblo junto con San José— fue tomada por los habitantes de la villa para que esta fuera escondida entre las casa de los mismos y la gente pudiera acudir a él para rezarle.
[72] La construcción pertenecía a la Escuela Primaria "Manuela Olivares",[72] fundada en 1939 y nombrada así en honor a la fundadora de la primera escuela para niñas en Espita;[119] la escuela anteriormente era un domicilio privado que contaba con un molino de viento y servicios sanitarios, que fueron removidos antes de la adquisición del inmueble por el gobierno.
[128] Durante 1874, el Dr. Augustus Le Plongeon llegó a Yucatán para estudiar la cultura maya de la península.
A principios del siglo XIX nació Wenceslao Rivas en la villa, mismo que inició sus estudios literarios en el Pontificio Seminario de San Ildefonso de Mérida, cursó latinidad, filosofía y jurisprudencia.
[131] Tiempo más tarde nació Francisco Peniche López para incluirse en la lista de poetas yucatecos.
A principios del siglo XX nació Prudencio Patrón Peniche, escritor y maestro espiteño que editó varios libros reflejando la cultura e historia yucateca, entre los que destacan: Léxico Yucateco (1930), Espita (X-ppitah): historia, geografía, estadística, relicario sentimental (1950) y Espita, su historia desde la época más remota (1959).
El día final se acostumbra dar una vuelta a la localidad y cantarle las mañanitas acompañadas de mariachis al santo.
En cuanto a repostería, los dulces ocupan un lugar destacado en la cocina espiteña y yucateca en general; un postre destacado en la villa son los piñones, otros postres importantes son el mazapán de pepita de calabaza (localmente llamado zapotito), la yuca con miel, y el dulce de nance.