Guerra de Castas

[14]​ Los indígenas mayas en lo general habían sido sometidos religiosa, cultural y físicamente durante los 300 años que siguieron a la conquista.

Un indígena nacía y moría en el mismo lugar; en la hacienda donde trabajaba desarrollando arduas tareas, se le asignaba un pago bajo al arbitrio del hacendado.

[15]​ Así, familias enteras eran trasladadas en cadenas humanas, desde la península a la isla caribeña.

Por otro lado, aunque la población criolla no siempre simpatizaba con los estrictamente españoles, tampoco era solidaria con el resto de los habitantes peninsulares, los mestizos y los indígenas.

La lucha por el poder entre el grupo representativo de los intereses campechanos encabezado por Santiago Méndez y la facción representativa de los intereses meridanos, dominada por Miguel Barbachano, había llegado a un punto álgido, que la emergente guerra de castas iba a recrudecer aunque, por momentos, las dos facciones parecieron avenirse mediante acuerdos explícitos e implícitos orientados a unificar la lucha contra el enemigo común: los mayas rebeldes.

[11]​ Ante esa situación de pobreza y desigualdad social, los indígenas mayas se sublevaron.

Había estallado la guerra que duró 54 años y no concluyó oficialmente sino hasta 1901, aun cuando los problemas de fondo que la originaron continuarían siendo motivo de inquietud social hasta bien entrado el siglo XX.

Un año después, en 1848 la guerra de castas había cundido por toda la península y parecía por momentos que los indígenas lograrían exterminar a la población blanca.

El ya gobernador Miguel Barbachano y Tarrazo se vio obligado a solicitar apoyo militar al gobierno de México que a la sazón se encontraba sufriendo las consecuencias de la intervención norteamericana, conflicto en el cual Yucatán había decidido (por un acuerdo entre Santiago Méndez Ibarra y Miguel Barbachano, líderes políticos que estuvieron en pugna la mayor parte del tiempo) permanecer neutral.

Debe recordarse que en aquellos años Yucatán se encontraba separado de México, por lo que el gobierno del país condicionó su apoyo a la reincorporación de Yucatán a la nación mexicana.

Primeramente estos se dedicaron a hacer proselitismo entre los naturales de los demás pueblos.

El gobierno actuó rápidamente contra los indígenas, sin discriminación alguna: aprehendió y sacrificó a los caciques de Motul, Nolo, Euán, Yaxcucul, Chicxulub, Acanceh y otros sitios, pero las poblaciones del sur y el oriente fueron cayendo en poder de los rebeldes, que dieron muerte a los habitantes e incendiaron los caseríos.

El gobierno de Méndez no pudo controlar la situación y una comisión en Washington hizo un ofrecimiento formal para que Yucatán fuera anexado a Estados Unidos.

Intentó también negociar con una facción de los sublevados, la capitaneada por Cecilio Chi, pero sus emisarios fueron muertos por los rebeldes en Tinum.

Agotadas sus opciones, todavía nombró a Miguel Barbachano Comisionado para la paz, tratando de usar su influencia.

El 4 de mayo de 1849, fuerzas al mando del Coronel José Dolores Cetina, del teniente coronel Isidro González y del mayor Ángel Remigio Rosado habían ocupado Bacalar; pero dos semanas después, un contingente maya encabezado por Jacinto e Isaac Pat, José María Tzuac y Cosme Damián Pech, les puso sitio y las hostigó hasta derrotarlas.

[21]​ Estos cruzoob crearon una verdadera nación maya, con ejército y gobierno propio, que mantuvo el estado beligerante en Yucatán hasta que el tratado Spencer-Mariscal de 1893, entre México y Reino Unido,[22]​ al propiciar la reducción en el tráfico de armamento, hizo declinar las hostilidades que, sin embargo, no terminaron sino hasta mayo de 1901 cuando la tropa federal mexicana tomó definitivamente Chan Santa Cruz, Bacalar y Chetumal.

Mucho más tarde, los líderes del grupo rebelde se retiraron a la selva oriental, fundaron Chan Santa Cruz que habría de ser el último reducto maya.

La guerra, sin embargo, aunque disminuida en intensidad y más localizada en los territorios rebeldes del oriente peninsular, continuó por décadas, muchas veces con características de guerrilla sorda pero latente y patente.

Bravo había ocupado poco antes Chan Santa Cruz, actualmente Felipe Carrillo Puerto.

El vocablo «casta» que deriva del latín castus y quiere decir «puro», se aplicó principalmente por los vencedores circunstanciales de esta guerra y por algunos de los intelectuales que la reseñaron después.

En todo caso, se afirma, esta lucha fue más propiamente —pero no del todo— interétnica.

Esto, sin embargo, también queda parcialmente desvirtuado por el hecho histórico de que en varios episodios de la lucha armada, lucharon o se separaron violentamente, indígenas contra indígenas.

Una escena de la Guerra de Castas . Óleo sobre lienzo , anónimo , pintado hacia 1850.
Monumento a los héroes de la Guerra de Castas.