Turner entonces viajó a México para corroborar lo que los liberales le habían contado, haciéndose pasar por un hombre de negocios que, acompañado por su "traductor" (en realidad, se trataba del abogado, escritor y activista Lázaro Ildefonso Gutiérrez de Lara Salazar).
En 1915 regresó a México para reseñar la ocupación estadounidense del Puerto de Veracruz (acción que Turner condenó con vehemencia).
Durante una etapa de su vida, John Kenneth Turner adoptó un seudónimo debido a sus posturas políticas.
Turner fue obligado por Wilson a confesar su verdadera identidad; hecho que implicaba reconocerse como el autor de la polémica obra, México Bárbaro.
Durante este periodo sus escritos representarón una fuerte oposición frente a los discursos que apoyaban la invasión estadounidense.
La Revolución Mexicana fue una lucha fragmentada en tres grandes facciones encabezadas por Francisco Villa, Emiliano Zapata y Venustiano Carranza.
Turner no fue el único periodista estadounidense que participó de la discusión política del momento.
Lincoln Steffens, al igual que él, apoyó las medidas emprendidas por Carranza, y John Reed, por ejemplo, escribió a favor de Zapata.