Manuel Antonio Ay

[1]​ Días antes de la insurrección, durante los preparativos, sus actividades fueron descubiertas por el juez Antonio Rajón quien supuestamente le sustrajo una carta que Manuel Ay tenía escondida en el sombrero, que estaba firmada por el caudillo Cecilio Chi.De cualquier manera no queda duda que Ay participaba en los preparativos rebeldes.[1]​ Antonio Rajón informó del contenido de la carta al jefe político de Valladolid, coronel Eulogio Rosado, quien a su vez ordenó la detención y el juicio del rebelde.A la mitad del camino, la viuda le pidió al oficial al mando de la escolta, Felipe Cámara Zavala, que le permitiera ver y acompañar el cadáver de su esposo.El juez Antonio Rajón fue muerto poco tiempo después, en 1848, durante la toma de Valladolid por los indígenas rebeldes.
La ejecución de Manuel Antonio Ay fue el disparador de la Guerra de Castas. El monumento está dedicado a las tropas yucatecas que lucharon contra los “mayas rebeldes”.