[1] Al igual que su padre —de quien recibió sus primeras instrucciones—, optó por la carrera militar.
Fue conocido y respetado en su ciudad natal debido a que solía mediar las disensiones entre sus pobladores, y, a que en 1833, durante una epidemia de cólera, participó activamente en el acopio de medicamentos.
La población indígena maya se rebeló en Tepich y avanzó rápidamente tomando Peto, Valladolid, Izamal y otros doscientos pueblos.
Dos semanas más tarde, fuerzas rebeldes al mando de Jacinto Pat, Isaac Pat, José María Tzuc y Cosme Damián Pech, comenzaron el asedio al fuerte.
Durante la confrontación del día 29 de junio, el mayor Ángel Remigio Rosado recibió cinco balazos en su costado izquierdo.