Fue el primer gobernador constitucionalista de Yucatán sustituyendo a Prisciliano Cortés que había sido impuesto por el usurpador.
Al término de sus estudios trabajó, primero en Veracruz y después en Monterrey.
Se puso a las órdenes de Venustiano Carranza, desempeñando algunas comisiones en los Estados Unidos.
Esta legislación no entró propiamente en vigor sino hasta que Salvador Alvarado se hizo cargo del gobierno de Yucatán, unos meses más adelante.
Había dejado a Toribio de los Santos como interino para cubrir su ausencia, vino la rebelión argumedista que hizo huir a de los Santos y Salvador Alvarado fue nombrado por Carranza para combatir a Abel Ortiz Argumedo, nombrándolo después de su triunfo, comandante militar y gobernador del estado.